COMPARACIONES "REFINITIVAS"

No es que haya cambiado de opinión, la Línea Ultimate me sigue pareciendo igual de condenada y superflua que antes.

Pero me quedo mirando las portadas de este mes y la verdad que tengo que aplaudir a Marvel por su magnífica estrategia.

Por que puestos a captar nuevos lectores, a ofrecer un producto de entrada y, sobre todo, producir cómics POST-MODERNOS en ese nicho que abrió y dejó vacante Authority, sólo estos títulos de Marvel le dan cien mil vueltas a los relanzamientos "ultimatizados" de DC el mismo mes.

Marvel usa autores con prestigio pero no fundamentales para su línea principal (salvo quizás Sandoval). Y nos quedamos con Paco Medina en X-Men antes que con los Titans de Booth. Y con el Hawkeye de Sandoval antes que con el Green Arrow de Jurgens. Y con los Ultimates de Hickman antes que con el Stormwatch de Cornell. Y desde luego con el Spider-Man de Bendis, con una Sara Pichelli que brilla cada vez más y que hasta cuesta distinguir de su predecersor Immonen.

Y sobre todo, Marvel sabe hacer este producto DIFERENTE del de la línea oficial, es claramente una alternativa comercial, para gente -entre la que no me encuentro- que busque otro tipo de cómics.

Frente a ella, DC parece envuelta en una guerra interior, intentando a la vez mantener toda su historia, o lo que en un momento considera importante, y también hacer como que comienza de cero.

No aprenden de la visión que tuvo Marvel al comenzar una nueva línea como Ultimate desde el principio, pero A LA VEZ MANTENIENDO LA ORIGINAL. A la que al final han acabado (o acabarán, en breve) regresando.

Vengo a decir que Marvel hizo esta jugada, increíblemente polémica en su momento, con una red de seguridad, que le ha permitido con el tiempo rebotar y retomar lo que venían haciendo desde siempre. DC lo hace sin red y se la pegará.

Maldito el día en que Julius Schwartz se le ocurrió cambiarle el nombre a Flash. Por que con Broome, Fox e Infantino, la nueva serie hubiese sido exactamente igual de exitosa en la Silver Age de haber estado protagonizada por Jay Garrick, claro. Pero si fué exitosa se debió a que no debía competir con la serie del Flash original, cancelado años antes. Ahora DC intenta repetir de nuevo esa jugada, solo que de un mes para otro, sin darse cuenta que si hubiese habido internet en 1955 a Julius no lo hubiese salvado ni Perry Manson...

Pero DC ni se atreve a dar ese salto en el vacío del comienzo de cero, ni sabe continuar y mantener lo que tantos años ha constado crear. Al contrario, ha condenado al ostracismo a los poquísimos guionistas que entendían como funcionaba el cotarro.

Y lo que me indigna en definitiva es que, tras años y años de autores segundones y comics olvidables, al final concluyen con ese falaz racionamiento de Bill Jemas: "SI LOS CÓMICS NO SE VENDEN, ES POR QUE LA CONTINUIDAD ES MUY COMPLEJA. VAMOS A BORRARLA Y A DECIR QUE NACIERON AYER."

No se dan cuenta del infinito atractivo de los superhéroes inmortales, como el Supreme o la Promethea de Moore, una eterna idea inamovible a lo largo de las eras.

Sigue pateando al pobre Jay Garrick para encumbrar a Barry Allen y su generación, sin darse cuenta que llegarían mucho más lejos si tratasen a los personajes originales como lo que son y fuesen subidos a hombros de gigantes...