Si la teoría platónica de la Realidad es correcta, VERDADERA, obviamente hay versiones anteriores de ella, de "platonismo" que expresan las mismas IDEAS INMATERIALES, plasmadas, como la Promethea de Moore, con diferentes vestiduras en cada época y lugar.
Por ejemplo, la división del mundo en dos realidades, dentro y fuera de la Caverna, dentro y fuera de Matrix, en la que una precede a la otra, es sustrato de esta, la podemos encontrar en los Mitos griegos, donde el reino numinoso de los Dioses Olímpicos, fuente de toda la creación, ha estado directamente precedido por una versión más antigua y modélica, el Mundo de los Titanes.
Platón no inventa nada, si acaso "racionaliza", y por lo tanto "falsea" o trunca la aprensión intuitiva de la realidad que tienen los mitos.
Decimos con Tolkien, claro, que los mitos no son "mentiras", sino al contrario, la única manera que tiene el hombre de APREHENDER la Verdad Transcendental, SUPRARACIONAL que lo sustenta.
Como los tres sabios ciegos de la leyenda Hindú, sólo podemos asir a la vez "trozos" de esa verdad, de ese elefante, que nos parecerá de una u otra manera según la parte que toquemos. Asirlo por completo nos supera, no tenemos la "visión". Pero ciertamente, si juntamos suficientes descripciones parciales del elefante, acabaremos por hacernos una idea de cual es su verdadera forma.
Todo esto para introducir con suma brevedad el que, para este "ciego" que les escribe, haya donde pongo la mano, donde poso la mirada últimamente, el MITO DE LA CAÍDA Y PROMESA DE REDENCIÓN, aparece por doquier, de tal manera que, a base de ver versiones y versiones materiales e históricas de esa IDEA, casi me abruma la creciente compresión de su totalidad.
Sometemos pues esos "éxtasis rutinarios" a publico escrutinio, y decidan ustedes si mi descripción del elefante es correcta, o es que, de tanto tocarlo, el elefante me ha aplastado la cabeza definitivamente...
En 1999 publiqué en este número del Kirby Collector un articulillo en el que comentaba el tratamiento por parte del Kirby de los Dioses y sus Mitos, de Thor a New Gods, pasando por Galactus o Inhumans.
Allí adelantaba ya mi explicación de la Trilogía de Galactus, de la que tantas interpretaciones y analogías bíblicas se suelen hacer.
Como la ha comentado de nuevo Rafa Marín en un magnífico repaso a su afición -a su profesión, diría yo- se me ocurre revisar y ampliar aquellas ideas a la luz de mis últimas intuiciones mitológicas.
El tema del Mundo Original, su caída o pérdida y el paso a una realidad inferior, material, de la que el Héroe acabará regresando a su hogar, restituyéndolo forma parte inherente de los superhéroes al menos desde el Action Comics nº 1, en el que un mundo de superhombres se destruye, pero del la hecatombre kriptoniana sale un Moisés salvador que cobra su verdadera naturaleza en el planeta Tierra, Superman.
Aún antes, si me permiten, Siegel y Shuster prefiguran a ese héroe en el Doctor Occult, el elegido de LOS SIETE, primer personaje de cómic en "regresar" a una realidad superior revestido de sus armas mágicas.
Sobre la lectura simbólica y alquímica del trabajo de Kirby pueden ustedes consultar la última parte del artículo que estudia la película de Watchmen.
Se suele hablar de Silver Surfer como una versión de Cristo o un ángel. No es completamente correcto. En su primera aparición, Norrin respresenta a Adam, y su caída, claro.
Dotado del CÓSMICO PODER por el mismo Galactus, a quien está unido como heraldo, el Surfista, que cruza los espacios siderales, penetra en el mundo material.
Con anterioridad, ha realizado su trabajo de manera mecánica, rutinaria, INCONSCIENTE, sin cuestionar ni por un momento la terrible HAMBRE de su AMO, para quien deborar planetas es una NECESIDAD vital INEXORABLE. Es su función. El Surfista carece de personalidad, es una extensión de la voluntad de Galactus, unido a el, una mera extensión necesaria requerida para cumplir su siniestra función.
Galactus como creador del Surfista representa a Dios, claro, pero también simboliza el lado OSCURO de la Creación, el DESTINO que la rige, mecánico, carente de alma, de moral, arrollador, las fuerzas de los Arcontes neoplatónicos, los ángeles co-creadores, los imperfectos demiurgos que combinan sus poderes gobernando el mundo, encerrándolo en una rutina mecánica que está a la base de las influencias ASTROLÓGICAS: El Universo, las estrellas, siguen un CURSO, una y otra vez, y PREDICTIBILIDAD rije también los DESTINOS humanos en tanto que inconscientes.
Esta es la base metafísica, teórica de la popular astrología y los horóscopos: No es que los astros decidan nuestro futuro, pero si que podemos saber qué nos depara el destino calculando cuando hicimos irrupción en el mundo material, pues este hecho no es casual, claro. Se SIMBOLIZA en los planetas y las estrellas y su curso las fuerzas del DESTINO que empujan la naturaleza humana.
Pero el plan original, el Edén cósmico se pierde cuando Adam prueba el fruto del Árbol del Conocimiento y descubre su propia desnudez, esto es, toma conciencia de sí como algo diferente a su creador.
Análogamente, Silver Surfer descubre en Alicia Masters -"causalmente", la hija del Titiritero- la belleza de la Humanidad, la ALETHEIA, la VERDAD DESNUDA, e iluminado como Parsifal comprende el HORROR de los actos de Galactus, a los que él ha colaborado.
Se revela contra su AMO (su "Master") y osa combatirlo, a pesar de que este le avisa de que todo poder que él maneje tiene en Galactus su única fuente.
Pero como Sigmundo, lucha y pierde contra su padre Wotan. Puede más la lanza que la espada.
El Vigilante, atado por su JURAMENTO DE NO INTERVENCIÓN, igual que Wotan por las leyes de fidelidad de la diosa Frigga y su deuda a los Gigantes, es testigo también de esa inexorabilidad. Pero Uatu se convertirá en el AGENTE DE LA PROVIDENCIA, interviniendo desde fuera en contra del destino inexorable y enviando a la ANTORCHA, el fuego alquímico, a conseguir, en el mismo centro del Laberinto, en la cueva del Dragón, en la barriga del Lobo, el único objeto que puede detener al temible Galactus.
Habiendo traicionado sus leyes, su inapelable VOLUNTAD, Galactus debe CASTIGAR al Surfista (ese es el nombre de su robot, PUNISHER).
Si Wotan despoja a su hija Bruhilda de su inmortalidad con un beso, condenándola a una existencia mortal y rodeándola de un muro de fuego, Galactus despoja a Silver Surfer de sus poderes, creando una barrera que lo atará al mundo material del que se ha enamorado.
Lo expulsa del EDÉN ESPACIAL que juntos recorrieran, y crea una BARRERA que le impide regresar a su mundo. Es el árcangel que guarda las puertas del Paraiso con una espada de fuego.
Como muy bien representa Kirby en esta página de un posterior re-telling, Silver Surfer CAE.
Pero su sacrificio no ha sido en vano. Si Galactus condena al Surfista a la Materia, el Vigilante exorcisa a Galactus de la Tierra, el Nulificador Supremo impide que EL HAMBRE DESTRUCTORA amenace el resto de realidad en que el Surfista habitará ahora. Wotan será finalmente vencido por Sigfrido, Nothung quebrará la lanza del Errante. Errante como los Planetas, como las Galaxias, como Galactus.
Y así estos temas se pueden reducir en DESTINO versus CONCIENCIA, la LIBERTAD del espíritu humano que nos hace merecedores de la oportuna ayuda de la PROVIDENCIA. ESPERANZA contra toda probabilidad.
Y llegará el día en que el Surfista, culminado su aprendizaje en la Tierra, logrará franquear la barrera y regresar al Espacio. "Sapiente por compasión, el puro loco, aguarda al elegido por mí". Tras errar por el desierto, tras estar perdido por el Bosque -el bosque en que Bruhilda escondío a Sigfrido para así escapar de la ira de Wotan- Parsifal descubre de nuevo el camino de vuelta a Montsalvat.
Pero la inexorabilidad mecánica del destino impide que eso ocurra antes de tiempo. No se puede parar la bola de nieve kármica hasta que descienda la montaña. No se puede arrancar la cizaña hasta que el trigo no de fruto.
"There are storms we cannot weather..." canta sabiamente Fantine, expulsada de la Fábrica del inconsciente Val Jean.
No puede Sandman escapar a su hermano Destino, y pagará el precio de haber matado a Orfeo.
Y así, sosteniendo su yelmo (forjado con los huesos de un dios muerto) como la calavera de Hamlet, enfrenta su destino último sin miedo. "Rules and resonsabilities, those are the ties that BIND us. We do what we do because of what we are, if we do otherwise, we would not be ourselves. I'll do what I have to do. And I would do what I must".
John Byrne nos acabará revelando que Galactus tiene un destino más allá de lo que sabemos, que no existe por casualidad y que si labor es necesaria. mata para dar vida, destruye para crear.
Galactus, como el elefante de la leyenda hindú, es una idea platónica, inaprensible, no tiene una verdadera apariencia, es contemplado de manera diferente por cada raza del Universo. Su verdadero significado se oculta incluso a Odín y Eternidad.
Galactus, el Devorador de Mundos, la Muerte Cósmica, el Mal Radical, NO ES MALVADO. No existe el mal como tal, sino un fin superior. Esa es la teodícéa kirbyana.
4 comentarios:
Clap, clap, grandísima visión de Galactus.
Grande que era Kirby, capaz de convertir en un comic una de las mejores historias que nos han llegado de la antigüedad, creando símbolos que llegarían a ser iconos del universo Marvel.
Aunque siempre me pensé que esa intervención del Vigilante era salir por la puerta trasera, se lo permito por la epopeya que nos dejó el Maestro.
Para mi, estos articulos son la verdadera esencia de este blog, lo que lo distingue de otros tantos que hay sobre superheroes. Te animo a que sigas regalandonos estas interesantes reflexiones, enhorabuena Pedro.
Gracias alos dos, majos. Pero se ve que tiene más eco cuando pongo verde a DC...
Pues todo lo que comentas de Galactus se toca en la saga de Anihilation..
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