Un ejemplo, esta serie de Titanes. No es culpa de Eric Wallace, el guionista, que a los capitostes se les ocurriese, en lugar de cancelar este fallido relanzamiento del grupo original, reconvertirlo en una serie de un grupo de villanos/anti-héroes liderados por Deathstroke.
Lo que si es culpa de Wallace es que, en un año de cómics, haya sido incapaz de JUSTIFICAR la existencia de dicha formación, caracterizarla, diferenciarla de otras similares como los Secret Six u ofrecernos alguna razón para seguirla.
Ni son obviamente los Titans, aún a pesar de la presencia de Arsenal o Osiris, ni son ninguna otra cosa reconocible, salvo un intento de sacarnos 2.99 dólares más. Esto obviamente había que cancelarlo, y mucho mejor echarle la culpa a Flashpoint y las alteraciones temporales, cuando en realidad la tienen personas de carne y hueso.
Por eso, cuando ahora prepara Mister Terrific, es muy difícil ponerle fe a alguien que, GOZANDO DE LIBERTAD ABSOLUTA, pues esta serie no tenía nada fijado, no ha conseguido concretar ni una escena memorable.
Otra cosa es el dibujante, Fiorentino, que no es malo, y al que quizás la reasignación de proyectos le haga coincidir con un guionista que sepa sacarle mejores páginas.
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