Hoy en día, visitando librerías, se me van los ojos detrás de esa magnífica serie de libros donde aborda diferentes materias históricas, "contadas para", que no solo sé que serán apasionantes lecturas, sino la mejor manera de rellenar algunas de mis inconmensurables lagunas en materia histórica. Caerán.
Afortunadamente para mi, Planeta y Martín Pardo han tenido la magnífica idea de adaptar una de ellas a cómic, que esperemos funcione como es debido y la sigan muchísimas más.
Si el trabajo de Eslava Galán ya lo conocía -y conocía su amistad con Pérez Reverte, que habla de el maravillas-, no era así con el trabajo de Martín Pardo que en este volumen se revela como un inmenso talento nacional, de esa larguísima, siempre creciente lista que merecería formar parte de la élite cultural española, por que la del cómic a buen seguro, ya la engrosa.
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Siendo como soy fan acérrimo de Anastasia -la película de animación de Don Bluth-, uno casi prefiere ver los hechos de la revolución Rusa como consecuencia de la maldición de Rasputín sobre la Familia Romanov.
Pero todos sabemos que la realidad no fue así y los autores no presentan un ameno y estéticamente bellísimo estudio sobre esa Rusia que a comienzos del Siglo XX aún estaba anclada en el feudalismo medieval.
Todo ello, insistimos, con una magnífica narrativa, ambientación histórica, documentación, diseño de personajes, etc... Estas páginas del introito no hacen justicia a lo que van a encontrar en el interior.
No somos partidarios de revoluciones, y menos de las violentas, pero que duda cabe de que vivimos un "tiempo eje" que terminará dando lugar a un mundo muy diferente, esperemos que mejor.
Y para no repetir ninguno de los horribles errores del pasado, que mejor oportunidad, y más bella, que esta.
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