El sueño de todo fan, poder continuar a su manera las aventuras de los personajes que creció leyendo, además contando con uno de los artistas clásicos del personaje.
Envidiamos sanamente a Eduardo, pero sobre todo nos alegramos de su disfrute, que se nota en cada página, cada personaje recuperado, cada referencia y -si los ojos no nos engañan- hasta cada homenaje a las composiciones de George Pérez en series como Avengers o Sons of the Tiger.
Esta aventura arranca del dramático momento en el que el Guerrero es desenmascarado, revelándose como el mismísimo hijo de Ali Khan -suponemos que dueño de unas tierras luego pobladas por turroneros y concursantes del 1,2,3-.
Como suele ocurrir en cualquier conflicto, las tropas cristianas están divididas y siempre hay un "trepa" que usa su proximidad al poder -los Reyes Católicos- para montar su "chiringuito", en este caso, en el recién conquistado Peñón de Olián.
Si en los túneles bajo el de Gibraltar los Vengadores se encontraron a Hulk, los dos bandos que van En Busca De el fabuloso tesoro de Motamid, padre del derrotado -desnucado- Olián, no van a encontrar menos obstáculos que Henry Jones.
¿Es un fantasma...? Yo más bien diría que hay un "Pícaro en la Casa", y los fans de Howard seguro pillan la referencia...
Todo esto mezclado con un Ali Khan que lo mismo huye que regresa, esquivando tropas cristianas con más disfraces que Mortadelo.
¡Con lo fácil que seria ponerse un belo y hacer la danza del vientre, cual hurí!
Diversión, aventura, traición, Votos a Brios...¡una monada de álbum!
Esperando ya con ansias el siguiente y confiemos que las proyectadas versiones actuales por autores españoles no tarden en materializarse, que seguro atraen a un buen regimiento de lectores que ayudan al Caballero a culminar la Cruzada Española.
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