No es casualidad, esto se debe a sus repetidas fórmulas y sonsonetes, con las que nos hemos familiarizado aunque no nos plantásemos ante la pantalla.
Ganar, ser reconocidos, superar al contrario, hacernos famosos y disfrutar de esos "pisos en Torrevieja, Alicante" es una aspiración humana ligada a la lucha por la supervivencia desde los tiempos que "concursábamos" con Dientes de Sables.
Los concursos son de las pocas franjas que en televisión mantienen aquel olvidado ideal de "informar, formar y entretener", y premio de consolación para todos los "sufridores en casa" que en el mundo somos.
Este libro, tras un repaso general a aquellos que aparecieron en la prehistoria del medio -¿alguien se acuerda de "Secundino Gallego, el Hombre de los Pájaros", o de las competiciones escolares-deportivas de "Cesta y Puntos"?- los repasa por orden alfabético, desde el mítico 1,2,3, a aquellos que ya hemos olvidado en las madrugadas de las televisiones privadas.
En la actualidad siguen suponiendo un bloque importante de programación en las tardes en las que más de un televidente que conocemos salta de uno a otro, y lo vemos capaz de pasar más años haciendolo de los que lleva Jordi Hurtado en "Saber y Ganar".
Hasta no cejan de animar a familiares para presentarse a "Pasapalabra", sin duda el más popular y exitoso de los actuales.
Pero no se aflijan los perdedores: la memorización es tan solo una de las habilidades mentales, y en la vida real les va a servir de poco o nada conocer el diccionario de arriba a abajo.
Ganar, ser reconocidos, superar al contrario, hacernos famosos y disfrutar de esos "pisos en Torrevieja, Alicante" es una aspiración humana ligada a la lucha por la supervivencia desde los tiempos que "concursábamos" con Dientes de Sables.
Los concursos son de las pocas franjas que en televisión mantienen aquel olvidado ideal de "informar, formar y entretener", y premio de consolación para todos los "sufridores en casa" que en el mundo somos.
Este libro, tras un repaso general a aquellos que aparecieron en la prehistoria del medio -¿alguien se acuerda de "Secundino Gallego, el Hombre de los Pájaros", o de las competiciones escolares-deportivas de "Cesta y Puntos"?- los repasa por orden alfabético, desde el mítico 1,2,3, a aquellos que ya hemos olvidado en las madrugadas de las televisiones privadas.
En la actualidad siguen suponiendo un bloque importante de programación en las tardes en las que más de un televidente que conocemos salta de uno a otro, y lo vemos capaz de pasar más años haciendolo de los que lleva Jordi Hurtado en "Saber y Ganar".
Hasta no cejan de animar a familiares para presentarse a "Pasapalabra", sin duda el más popular y exitoso de los actuales.
Debemos confesar que nos presentaos a uno de sus castings solo para comprobar que nuestra mente va algo más despacio que la de esos ganadores de nombres mitológicos.
Pero no se aflijan los perdedores: la memorización es tan solo una de las habilidades mentales, y en la vida real les va a servir de poco o nada conocer el diccionario de arriba a abajo.
Todos tenemos unas cualidades intelectuales diferentes y lo fundamental es descubrirlas y saber volver la semana siguiente en ese gran concurso que llamamos...¡VIDA!
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