Es paradójico que uno de los títulos más favorecidos por el reboot, al menos artísticamente, se haya convertido en una de las series más denostadas, tanto por nuevos como antiguos lectores.
Creedme si os digo que, para un fan de la Legión, una de las primeras "series de culto", desde principios de los '70 cuando Cockrum la renovase, es casi una vergüenza personal el que nuestro querido título no esté entre los cómics principales de la editorial, en ventas, y sobre todo en crítica.
Tenemos que tragarnos el orgullo y reconocer que si, que hacen muy bien los que no la leen, que los que viven sin conocerla no se pierden nada.
Los fans de los mutantes nos comprenderán: lo que en un pasado era rompedor, hoy se ha vuelto superfluo.
Reboot o no reboot, nos duele, ME DUELE, no poder recomendar esta serie ni a nuevos lectores, que no se van a percatar de qué rayos vemos los demás en esto, ni a antiguos tampoco, por que la semejanza con lo que disfrutamos en tiempos se acaba en el título... ¡Y en el guionista!
Podemos afirmar ya que la gloriosa "jubilación" de Levitz, pasando de Publisher a guionista del grupo, ha sido un caramelo envenenado.
Su retorno a la Legión solo es comparable a las veces en que Claremont ha intentado retomar los X-Men: Ya no es lo mismo, y en el mejor de los casos, ya lo hemos visto todo.
Es ley natural que un guionista que tuvo su zenith en el año 1985 no tenga la misma pertinencia 26 años después.
Siempre se puede buscar una manera de que contribuya a la franquicia, pero desde luego no como guionista principal.
Se trata del mismo caso de los Titanes: Junto a ellos, este título "salvó" a la DC ochentera, convirtiéndose en superventas y compitiendo directamente con los omnipotentes mutantes de Marvel.
Para reflotar estas series de manera eficaz, ambas tienen que poder competir con los títulos más vendidos de Marvel, que ahora son los de los Vengadores.
Y eso no ha ocurrido, ni de lejos, en el caso de la Legión. A pesar, ya digo, de que Portela, Woods o Batista son más que sólidos profesionales.
Si nos paramos a pensarlo, casi mejores que los que dibujan la línea de los Vengadores...
Lo cual, claro, revela una tremenda estulticia por parte de DC a la hora de manejar la franquicia, que sigue teniendo esa fama de innaccesible y, en lugar de ser de culto, ser freaky.
La Legión tiene ahora dos series y una miniserie, pero ninguna está ni de lejos cerca de llamar la atención de un grupo significativo de lectores.
La Legión de Superhéroes, además de tener todos y cada uno de los superhéroes imaginables, de poder realizar por tanto cualquier combinación de historias conocidas posibles, tiene todo el universo como campo de acción, centenares de planetas por visitar Y DEFINIR, una variedad de escenarios insuperable.
Para más INRI, viajan en el Tiempo, y tienen toda la Eternidad como posible destino.
Pero para que eso sea aprehensible, el artista tiene que tener diáfano el concepto y las infinitas peculiaridades del grupo, como lo tuvo Phil Jiménez en la añoradísima Legion Academy. Un título que podría haber sido para Phil lo que los Titanes para Pérez.
Solo por su pérdida ya podemos maldecir el Reboot con todas nuestras ganas.
Y luego está el ridículo asunto del retorno y la nueva pérdida de Superboy.
Razón suficiente para que los pocos fieles de esta serie la abandonemos y compremos fascículos de ganchillo en su lugar.
Independientemente de de quien sean los derechos, Superboy es IMPRESCINDIBLE para la Legión. Borrarlo es equivalente a concebir unos X-Men que se reuniesen sin Charles Xavier.
Incluso Chris Sprouse ha regresado a las portadas, pero ni su certera concepción del siglo XXXI ha llamado la atención.
La Legión, con su número 3 recién publicado, NECESITA UN REBOOT.
Las infinitas posibilidades de historias requieren un guionista con infinita capacidad para administrar la información, para presentar las decenas de protagonistas, para caracterizarlos individualmente, para destilar la esencia de las mejores aventuras de la Legión y ACTUALIZARLAS.
Todo eso unido a un dibujante de similares potencias. No se puede triunfar sobre Marvel una Marvel que lanza títulos con Pacheco y Dodson con la alineación actual.
E insisto, todos son grandes profesionales y Portela es, ya lo hemos dicho varias veces, infinitamente mejor que Cinar (¡menuda hecatombe ha organizado este en Firestorm, de la que nos hemos librado!). Y no se parece a Tom of Findland.
Es por estas razones por las que el REBOOT es un fracaso creativo y también competitivo: No se puede triunfar sobre Marvel con Reis en Aquaman cuando debiera estar en la Legión.
Los títulos elegidos para representar a DC no son representativos, todas las líneas menos la de la Justice League son olvidables y serán olvidadas, y DC es muchísimo más que la Liga de la Justicia.
DC es la Legión de Superhéroes. Y más.
A ver cuando lo asumen.
