La web First Comics News me entrevista junto a GARY CARLSON, editor de BIG BANG COMICS.
El habla de la intención del sello, su historia y próximas publicaciones.
Y yo de los cómics allí publicados y de los que estamos terminando -Whiz Kids #3- o en curso de hacerlos (RTA, Doctor Weird).
Como comento en la entrevista, si no cambian las cosas, serán los últimos en una larga temporada.
Y, aprovechando las preguntas y la ocasión, hablamos también de la actualidad del cómic americano y algunos aspectos de la industria y su prensa que no me tienen nada satisfecho ni esperanzado.
Guillem Medina presenta un nuevo libro sobre coleccionismo de cromos, revisando y ampliando uno anterior ya publicado por la editorial.
Como el mismo indica, y es lógico, han aparecido después otros libros. Yo, que ahora leo este, puedo confirmar que es una delicia visual y una proeza histórica, y nunca estaremos suficientemente agradecidos a quienes dedican su tiempo y esfuerzo para recapturar estas partes de nuestra historia cultural y personal.
El libro está estructurado por temáticas, comenzando con los primeros cromos que en España se ofrecían con las tabletas de chocolate -las familiares-, para luego avanzar a los crómos de cine, deportes (fútbol), series de TV, de Animación, Música, etc, etc, etc...
Pero sin duda el verdadero placer viene tanto de contemplar las ilustraciones que repasan históricamente las colecciones como de reencontrarse con aquellas que nosotros mismos hicimos, en su mayoría por supuesto PERDIDAS y aquí reencontradas, para remordimiento supino.
Precisamente hace unos meses, mi padre, que lo guarda TODO, me entregó el álbum de TELESTARS, uno que figura en portada, y aunque no he tenido tiempo de repasarlo con detalle, es un verdadero deleite revisar aquellas series y protagonistas que en su tiempo consumimos con fruicción y que en la actualidad no son más que humus en nuestra memoria. Lo efímero de la fama, en este caso, queda más que patente.
Y también me llamó la atención el de SUPERMAN II, la primera película de superhéroes que yo vi y que me marcó de manera indeleble. ¡DONDE ANDARÁ ESE!
Yo mismo he comprado algunos álbumes en los pasados años para mis sobrinos, de películas de animación y demás. ¡Hasta que mi hermana me indicó que dejase de hacerlo, que no veas la lata que daban los niños luego y lo que costaba completarlos, pedido a la editorial incluído!
Y es que ya se sabe que, por más sobres que comprásemos y más intercambio de "repes" que hiciésemos... ¡el truco de los cromos es que algunos son muy difíciles de encontrar!
Los cromos si, pero al menos los álbumes los tienen casi todos en este excelente libro.
Comentaba yo en el reciente Congreso de Mitocrítica que, habiendo estudiado ¡8 años! de carrera de Filosofía, sin embargo había aprendido mucho más sobre el Mundo y sus maneras de la Literatura.
Ese perjuicio enseñado de, por que sale un monstruo híbrido abisal la historia es solo de "Terror" y para pasar el rato comiendo palomitas como cuando va uno al cine a ver la nueva de Jamie Lee Curtis es una de las MAYORES MENTIRAS que acarreamos. ¡Y mira que yo cada día descubro una docena más, no menos peligrosas!
Gou Tanabe se ha convertido ya en el mayor adaptador de Lovecrat y esperemos que con esta serie de cómics que viene publicando Planeta el autor no solo se ponga aún más de moda, sino que críticos y estudiosos sepan desentrañar las MUY REALISTAS lecciones que encierran sus escritos y que, en este "CTHULUZENO" que estamos atravesando se vuelven cada dia más y más necesarias.
En esta obra maestra, este descensos a los infiernos del incauto turista -protagonista que, como en todos los demás relatos del autor, no es otro que el mismo- simboliza muchas cosas y contiene temas que, al menos para mi, se tornan por momentos más y más y más presentes y personales. Sin que para ello me tenga que cruzar con alguien de ojos saltones y con agallas.
Lovecraft construye con historia, arquitectura, lugares exóticos, joyería, masonería y crisis industrial un escenario fascinante para su relato. Pero como suele suceder, la inmensa mayoría de sus lectores se quedan solo con eso y terminan obviando los temas principales de la obra. Los árboles no les dejan ver el bosque.
Lo importante de Tolkien no son las razas de seres, ni los lenguajes. Y lo mismo pasa con Lovecraft, donde el fan medio sigue más preocupado con pronunciar CTHULHU correctamente, y el fan culto con no hacerlo por que no se trata de un lenguaje adecuado a aparatos fonadores humanos.
Al menos yo soy ahora muy consciente de que, aún cuando hablemos la propia lengua, es dificil, casi imposible, transmitir nuestras ideas de manera eficaz (esto es, que al ser escuchadas y comprendidas se produzca una comunión con el oyente). La soledad del que vive entre seres que, aparentando ser humanos, son radicalmente diferentes a nosotros, ese es uno de los temas de esta historia.
¿Se han pasado por Twitter últimamente...? ;-P
Hace unos meses vino a mi esta idea que considero el tema principal: EL MAYOR HORROR ES DESCUBRIR EN NOSOTROS MISMOS LO QUE NOS REPELE EN LOS DEMÁS.
La Egomanía del que se cree perfecto y no hace más que señalar defectos ajenos. Lo de la paja y la viga. Una paja que cada vez cuesta más sacarse de unos ojos que ya solo miran pantallas y en ellas, claro, lo peor de la raza humana.
El descubrimiento de que pertenecemos a una estirpe MALDITA, que algo se nos oculta de nuestro pasado, de nuestra familia, que a la vez impulsa nuestro destino y compromete nuestra libertad es un tema muy antiguo. La peste a pescado podrido de este pueblito es la misma que asolaba la Tebas de Edipo.
Y descubierta la verdad, solo quedan dos opciones: O unirse a ellos o sobrevivir anestesiada la mente como el anciano Zadok Allen, incapaz de escapar y tampoco de advertir de los peligros que se ciernen sobre el mundo.
No crean que la abundancia de nombre biblicos se debe solo a que en realidad abundan entre los descendientes de los Puritanos que colonizaron la zona. La cosa, ya lo aclara Zadok, va mucho más allá.
Hasta los tiempos de Moloch.
Que es capaz uno de SACRIFICAR para obtener riqueza y poder -temporales- es otro de los grandes temas.
Y no crean que para matar a alguien hay que destriparlo en un altar. Nuestra época ha encontrado maneras mucho más eficaces.
Lovecraft no andó muy oportuno al escoger la swastika -originalmente un signo solar en las culturas orientales- como el ELDER SIGN de sus dioses benéficos -que de nuevo, no los inventó Derleth.
Pero yo me iria encomendando a esos dioses o a cualesquiera otros. Por que sea en TEBAS, DINAMARCA O INNSMOUTH...¡Algo huele a podrido!
Una de las muchas razones por las que me resulta fascinante el Universo DC y su Edad Dorada en especial es por la cantidad ASTRONÓMICA de posibles combinaciones entre sus héroes y villanos.
Historias sin realizar que, mucho me temo, se van a quedar así una temporada.
James Robinson demostró que personajes tan ABSURDOS como RED BEE pueden tener un MOMENTO DE ORO.
Nunca estaremos lo suficientemente agradecidos a el o Roy Thomas por su labor de conservación y difusión de tantos personajes.
Y bueno, Solomon Grundy puede estar por siempre fuera de nuestro alcance, pero al menos ya nos divertimos mucho creandole un pastiche a el y a toda la INJUSTICE SOCIETY en KNIGHTS OF JUSTICE para BIG BANG COMICS.
Curiosísimo ver a artistas actuales tratar estas versiones de los personajes DC, aunque seguimos dudando que Stan Lee pusiese mucho más que la firma -ya que al menos el Green Lantern de Gibbons ya estaba creado antes de que existiese el proyecto.
¡Y lo mejor, ver a Jerry Ordway de vuelta en DC!
Y para los que gusten de versiones de la JUSTICE LEAGUE, no os perdais la ROUND TABLE OF AMERICA deBIG BANG COMICS.
Tras el volumen dedicado a los FANTASMAS, Diábolo recupera ahora otro de estos clásicos ilustrados que alegraron muchos cumpleaños en los años 80.
Y como en este caso está dedicado a los MONSTRUOS, pues la información al respecto no pasa: tanto a aquellos que provienen de la Mitología, como a los mucho más escurridizos que pertenecen al campo de la Cryptozoología.
A menos que uno sea Frank de la Jungla o Calleja, la vida adulta se torna monótona y descolorida comparada con la inmaculada visión de nuestras infancias, cuando el mundo está encantado, lleno de criaturas imposibles y en ausencia de otro tipo de monstruos que luego vamos descubriendo y que son muy reales.
Por eso el álbum no solo es recomendable para los nostálgicos sino para cualquier niño actual que inmediatamente iniciará sus propias pesquisas para hallar las huellas del Yeti o agarrar por la cola a ese escurridizo Nessie.
El diccionario de Monstruos que concluye el libro reza al comienzo: "alguna de las criaturas que aquí se cita son míticas y otras existieron de verdad".
Como buen mitólogo puedo afirmar y afirmo que todas las criaturas mitológicas EXISTEN DE VERDAD, aunque no sea en nuestro plano.
Y sobre las otras, científicamente, propongo que también existan...¡HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO!
Con una ayudita, eso si, de Javier Jiménez Barco, eminencia Pulp de la editorial y gran fan de estos materiales.
Javier escribe el sabio prólogo que nos descubre los antecedentes en eso de visitar las pobladas entrañas de nuestro planeta, así como un resumen de la saga de Pellucidar más allá de los dos primeros volumenes que estas aventuras adaptan.
Yo recuerdo haber leído el material de partida y no quedé en su momento especialmente impresionando: entre las muchas sagas de Burroughs esta queda como una más de "extranjero en tierra extraña" sin que alcance las alturas de Tarzán o John Carter.
Lo cual no es óbice para que esas luchas con bicharracos antediluvianos no sean un estupendo material para su adaptación gráfica, como se llevó a cabo dentro de la serie Weird Worlds.
¡Si DC Comics fuese de otra manera, ya hubieran recuperado tan estupendo título!
Con guiones de Len Wein y Denny O'Neil, figurones de la DC de los 70, el dibujo recae en Alan Weiss -quien décadas después sería rescatado por otro Alan Moore para dibujar a su Tom Strong, ahora ya sabéis el por qué- y un Mike Kaluta que iniciaba entonces su carrera.
Toda una pieza de coleccionista que no puede faltar en la estantería de ningún amante de Burroughs, y menos decorada con la portada a cargo de Mark Schultz.
Ahora el paso de franquicias literarias al cómic es un lugar común, pero en aquel momento solo los aficionados a Howard o Burroughs y un puñado más podían disfrutar de ver al fin la apariencia de estos personajes literarios y sus extraños mundos.
Antes de retirarme "activamente" de la lectura de cómic americano, Fred Van Lente fue uno de mis guionistas favoritos.
Y el hecho de comprobar que el y otros de mis preferidos no encontraran acomodo en las majors desató en mi cabeza todo tipo de alarmas sobre las condiciones de trabajo allí.
Afortunadamente, lo que Marvel y DC han perdido ha sido ganancia para montones de editores independientes que si le han dado trabajo.
Y en esta ocasión, publicado por IDW, Van Lente vuelve con uno de sus didácticos cómics en los que resume la historia de un tema.
En este caso, la industria de animación, acompañado de Ryan Dunlavey que tiene buena parte del mérito.
Rigurosamete documentado hasta los eventos, anécdotas, cenas y despidos, Van Lente consigue poner humor en algo que seguro tuvo muy poco para quienes lo vivieron: los primeros pasos de la animación, la lucha de los estudios hollywoodienses por hacerse con las técnicas y artistas del competidor, las primeras películas animadas, etc...
Después de la etapa muda, con estrellas como Félix el Gato o Betty Boop, Disney se alza con el poder y Van Lente no escamotea el lado oscuro, muy oscuro de su ascenso.
Aunque en honor a la verdad, el resto de productores no es que fueran un ejemplo de moralidad y buenas relaciones laborales.
Los personajes históricos están representados por versiones de sus personajes animados y la historia, por siniestra que se torne está narrada por lo tanto con muy buen humor, por lo que uno puede disfrutarla a ambos niveles.
Imprescindible para los que osen dedicarse a este negocio (o a cualquier otro, pues todos funcionan igual).
De sencilla y apasionante lectura, este ensayito -prologado por nuestro querido Luis Alberto de Cuenca- tiene un título más engañoso que el propio dios Dioniso, patrón de actores y actrices y protagonista -bajo una u otra de sus innumerables formas- de todo drama.
No faltará quien crea que se trata de un libro de historia sobre los orígenes del teatro en Grecia, y así se empollarán nombres y conceptos para sacar nota en las clases que nuestro admirado amigo imparte, además de ser dramaturgo y director.
El libro, en realidad, está mucho más centrado en especificar LO QUE NO SABEMOS DEL TEATRO EN GRECIA y, por lo tanto, lo que desconocemos sobre los orígenes de nuestra cultura.
Aún más allá, aunque no es Freudiano, yo lo compararía con El Malestar en la Cultura, en tanto se detiene si no en derribar al menos en cuestionar seriamente los simulacros con los que nuestra cultura materialista, cientificista y, en las últimas décadas, horriblemente egocéntrica, dando culto a los cuerpos -los que los tengan- y al dinero -este mucho más extendido, cuanto más amoral sea el propietario- ha rellenado y ocultado nuestros vacíos de conocimiento bajo siniestros telones de decorado que de Grecia paracen solo haber conservado la Hybris y los cuerpos apolíneos -que ni siquiera ya lo son, pues todos tienden a la hipertrofia-.
García May comienza reflexionando sobre esa singular característica que nos distingue de todo otro ser de la creación: la consciencia de la Muerte, de nuestra propia finitud al menos en este plano.
Los primeros enterramientos con llevan ya un ritual y por lo tanto una actuación que contiene ya la esencia del teatro: conectar este plano con el siguiente, o viceversa.
A continuación, de la mano de Campbell y sus antecesores llega a la misma conclusión que un servidor:Que SOLO HAY UNA HISTORIA, repetida y fragmentada a lo largo del tiempo y el espacio.
Las formas varían, el mensaje permanece. O permanecerá, en tanto se haya entendido con anterioridad, claro. Pues ahora, haciendo de lo particular medida de todas las cosas, se nos escapa que cualquier valor humano solo podrá serlo en tanto que sea Universal y Eterno.
Con esas dos cositas que sacasen en claro, creo que el autor y un servidor nos diésemos por satisfechos, pero además el ensayo, dentro de su brevedad y concisión, redunda en los aspectos más espirituales de las representaciones, y con ellos, de nuestra existencia, en el mundo como teatro.
Un ensayo necesario para todos aquellos Ulises que cautivados por cantos de Sirenas de Eurovisión, Calipsos de Gimnasio, zozobrando por los vientos de Eolo en sus viajes a Venus en un barco o ya en el extremo, alimentándose cual habitante del Hades de sangre de negros corderos degollados quieran seguir encontrando la ruta a su único posible destino: Ítaca.
Dioniso, más "inevitable" que el Thanos de Marvel, sigue con su humor paseándose por nuestras calles en Semana Santa montado en el burro de Sileno.
Y el que se le oponga, tarde o temprano, acabará desmenbrado cual Penteo. Por que Tony Stark TAMBIÉN HA NACIDO DOS VECES.
El editor Marvel despedía hace un par de semanas a Carlos Pachecoen su columna de SUBSTACK, con multitud de anécdotas quizás no muy conocidas por el público español.
Entre ellas, la VERDADERA razón por la que Jeph Loeb se incorporó como dialoguista a su etapa en Fantastic Four.
No anduvo muy fino Loeb poniéndole el mote de "El Rey De España" a Carlos. Casi mejor que le hubiese puesto "Magneto".
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
