Marvel, en buena parte por el éxodo de autores de DC, ha acabado teniendo una alienación "galáctica" de autores, como no se juntaba desde los tiempos de Jim Shooter. Basándose en un equipo de guionistas realmente compacto, a ellos ha añadido los mejores dibujantes de la industria.
Pero la falta de una competencia REAL, a nivel creativo, ha hecho que la editorial caiga en terrenos bastante manidos, ofreciéndonos historias ya vistas o intrascendentes que no consiguen dan un firme paso hacia adelante en la evolución del superhéroe.
Histórica ha sido la llegada de Bendis a X-Men, junto al casi más importante Stuart Immonen. Han conseguido hacer de su All-New X-Men un cómic divertido e intrigante, aunque este impulso pronto ha sido diluído por eventos editoriales como el 50º aniversario y por la saturación de series mutantes, que no acaban de aportar nada a la franquicia y se quedan en esa, ya decimos, monótona y repetitiva "Tierra De Nadie".
Otro tanto ha ocurrido con los Avengers de Hickman: Verdaderamente frescos, complejos, impredecibles, e INTERRUMPIDOS por el cross-over Infinity que nada a acabado añadiendo al grupo.
Los Uncanny Avengers de Remender quizás han sido el mayor descubrimiento, pues sabe aunar el tono cósmico y avant garde con la mirada a las aventuras más clásicas tanto de Avengers como X-Men.
Pero marketing aparte, los fans ya recibimos la siguiente ola de Marvel NOW con recelo, pues hemos comprobado como prometedores proyectos como los Fantastic Four de Fraction/Bagley acaban como el Rosario de la Aurora.
A esto se ha añadido unos crecientes problemas de producción en Marvel, donde encontrar siquiera cuatro números seguidos por el mismo artista resulta ya misión imposible. Imposible es considerar una etapa en su conjunto con un batiburrillo de fill-ins y cambios de dibujante.
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Series menores como Hawkeye o Daredevil si lo han tenido más fácil a la hora de mantener un tono y lograr fan-following, aunque es paradójico que en la misma Marvel no haya término medio entre los macro-eventos infantiloides y en cierto gafa-pastismo indie de estas premiadas aproximaciones.
Como en 2014 lo que vamos a tener es "más de lo mismo", con All-New Marvel Now, pues no cabe ser demasiado optimista, ya que las malas tendencias de este año parecen resurgir y ampliarse, mientras que el que DC se haya "echado al monte" solo puede suponer que el gigante Marvel se vuelva más y más acomodaticio, crecientemente sujeto a sus proyectos cinematográficos.
Los autores, cansados de ambos enfoques corporativos, tienden más y más a los proyectos independientes, repartiendo el pastel entre otras editoriales menores. Pero tampoco podemos decir que este año ninguno haya dado con una serie independiente capaz de arrasar entre el público mayoritario.
Y hasta aquí mis reflexiones. Si tenéis ganas de debate, no dejéis de comentar lo mejor y lo peor del año según vuestra visión.
Bueno, lo peor creo que ya sabemos lo que es...
