Ofrecemos ahora esta serie de encargos denominada DESFILES DE LA VICTORIA, a cargo de diferentes artistas y coloristas, protagonizadas por diferentes grupos de la Edad de Oro, otro del futuro y héroes varios de Espada y Brujería.
A los primeros esperamos tratarlos más a fondo en un próximo ensayo.
Para más, tenéis los KNIGHTS OF JUSTICE y demás cómics de BIG BANG COMICS.
Ahora parece dedicarse en exclusiva a Star Wars, pero queremos rescatar esta galería de portadas y otros materiales que realizó para esta... "Variante de SUPREME".
Y recordaros que tanto KNIGHTS OF JUSTICE como la trilogía THE LAST WHIZ KIDS STORY están a vuestra disposición enBIG BANG COMICS.
A nosotros los estrenos de Saint Seia y el resto de series japonesas de la época en el boom ochentero de las cadenas privadas nos pillaron ya mayorcitos.
Por supuesto "nos tragamos" una buena dosis de episodios, aunque no hace falta ser experto en mitología griega para apreciar la versión libre que de ella y de tantas otras historias occidentales hicieron los mangakas.
Caballeros del Zodiaco primero fue manga y luego pasó a anime, introduciendo en este sagas originales, como la de Poseidón -correctamente representado como opuesto a Atenea, al menos en la fundación de la ciudad que al final amadrinó la segunda- y dejando sin adaptar el ciclo final en la primera de las series.
Más allá de la serie, el libro tiene guía completa de episodios, fichas de todos los personajes y por supuesto el resto de largometrajes animados, video juegos, etc...
Y así, hasta llegar al reciente reboot 3D de Netflix e incluso la -me temo fallida- película de acción real de este año.
Esta edición es por lo tanto una versión actualizada con todo lo que los fans zodiacales necesiten saber sobre la franquicia.
Como reflexiones finales, en enfrentamiento del héroe con el Zodiaco es algo que tiene una base teórica real en la filosofía neoplatónica.
Las fuerzas mecánicas que gobiernan el mundo, esos "arcontes caídos" son los que -representados en la mitología griega por diversos monstruos catasterizados tras ser derrotados por los héroes- encienden por turno nuestras inconscientes pasiones, las que hemos de vencer para, superando el círculo zodiacal, alcanzar el paraíso solar en el centro del universo.
Pegaso nació de la sangre de Medusa una vez decapitada por Perseo.
¡A el, y a todas las demás constelaciones benignas les rogamos que NOS DEN SU FUERZA, que falta nos viene haciendo!
Nuestro concepto de Felicidad actual consiste, básicamente, en una Biblioteca como la de Paco Arellano y el tiempo y la paz para disfrutarla.
Hemos recibido esta semana el postrer número de su revista Delirio, inabarcable, catedralicia y puro "Continuará..."
Queremos, sin haberla podido leer, hacer acuse de recibo como un homenaje más a su labor como editor y escritor, y como celebración de que su mujer Amparo e hijos vayan a continuar la labor de La Biblioteca del Laberinto, el único dédalo del que nunca queremos escapar.
Mientras nosotros deseamos, como Merlín el Encantador, vivir en sentido contrario al tiempo y recuperar las tres docenas de números, Paco se despide con un mensaje que no puede ser más esperanzador, un estudio sobre las Utopías literarias.
Todos los que leemos somos habitantes de esa Isla, en palabras de Cervantes:"reyes de cierto reino que no hay cosmografía que le muestre"
Tres docenas de autores le acompañan: Lord Dunsany, Félix Martí, Carlos Romeo, Poul Anderson, sarban, Carlos Buiza,Sébastian-Charles Leconte, Bellnap Long, Niccolo Tomaseo...
Ya saben los lectores habituales que son más y mejores de lo que podemos citar.
Un artículo de Mariano Villareal, investigador de los autores patrios infatigable, como lo fue nuestro añorado editor, homenajea a Jaime Rosal del Castillo.
Si la revista se ha caracterizado por algo ha sido por el buen criterio de no hacer distinción alguna entre "alta y baja" literatura, como siempre nos recuerda nuestro querido Luis Alberto de Cuenca.
Así, se incorpora en este número fragmentos del Kalevala, la epopeya mítica finlandesa que inspirase a Tolkien personajes tan cruciales como su Turin Turambar, originalmente Kullervo.
En las páginas sepia, símbolo heráldico y cúlmen de la fantasía medieval -y actual, donde retornan con otros significados- laRevisión de la Historia del Unicornio, por Montpellier.
La despedida -hasta el siguiente volumen de la Biblioteca de Laberinto- no puede ser más evocadora, con letra de Jesús Munárriz y música de Luis Eduardo Aute.
No sean como "esos", y lean.
Tras haber reseñado ya una docena de volúmenes de esta espectacular edición de los cómics de EC me resulta un tanto difícil encontrar nuevos enfoques para presentar el nuevo volúmen.
Continúan los mismos guionistas y dibujantes, una alineación All-Star del momento: Feldstein, Wessler, Davis, Krigstein, Kramen, Crandall, Ingels, Evans, Orlando...
Con la salvedad de este último, que en su trabajo editorial para DC recreó estos cómics en la forma de la línea de Terror setentera de la editorial, es curioso como la mayoría de estos guionistas y dibujantes no se incorporaron al cierre de la editorial a DC, Marvel o cualquiera otra independiente del momento.
EC Comics no solo era un estilo narrativo, sino una comunidad de creadores y unas condiciones de trabajo que luego ya no se pudieron encontrar en la industria.
Es un claro antecedente de la situación actual, en donde los autores verdaderamente talentosos son ya imposibles de retener por las grandes editoriales, incluidos los sellos independientes cuyas cifras de venta no permiten el desarrollo de obras personales de artista que no sean ya previamente consagrados.
Y como para consagrarse hay que "calentar banquillo" en Marvel y DC y ese es un lugar ya de por si incómodo para las nuevas generaciones, la espiral parece imparable.
Pero más allá de consideraciones editoriales, siempre permanece el placer estético y coleccionista de completar la obra de nuestros autores favoritos.
Nuestro querido Helio Mira sigue la estupenda racha de estrenos co-guionizados por el.
En esta ocasión se trata de otro Thriller junto a la directora Belén Macías.
El argumento, que transcurre en los años 90, trata sobre el proceso de des-encubrimiento de los casos de pederastia cometidos dentro del seño de la Iglesia Católica.
Un joven adolescente aparece muerto por ahogamiento y la Comisaria María Ruiz es la encargada de investigar el caso. Contará con Luna, un veterano periodista despedido de su medio por el auge de los periódicos en internet.
Juntos comenzarán la investigación, pronto ligada a un segundo asesinato de otro chico que compartió campamentos juveniles y un misterioso tatuaje de una corona de espinas sangrante.
Pronto se descubre que los abusos están ligados a un colegio religioso, donde el director hace lo posible por entorpecer la investigación.
La película, con un misterioso -o no- asesino en serie y de temática religiosa, viene a ser una recreación de Seven.
Aunque el final es algo menos impactante, la estructura funciona a las mil maravillas, incorporándose aliados del crepuscular y espabilado periodista, informáticos de la policía y la hija de la protagonista, que tiene la edad de las víctimas.
Richard Sahagún hace un magnífico papel como uno de los profesores del colegio religioso -pamplonica, para más datos, por si aún no han reconocido la adscripción- con una impresionante verosimilitud. Aunque, por comparación con el modelo americano, la cinta desluce un tanto en el clímax.
En cualquier caso, brilla doblemente al final del segundo acto, en el que Investigadora y Periodista, con la ayuda de la primera asociación de víctimas de abuso sexuales relacionados con instituciones religiosas españolas, comenzarán a destapar la trama del colegio y con ella la de otros centros y más, gracias a la intervención de un crucial aliado que, rompiendo la conspiración de silencio inciará, como ocurrió en la realidad, el descubrimiento de los casos que se solventaban con pagos de compensación y traslado de sacerdotes.
Hay que aclarar que, a pesar de que el voto de castidad de religiosos (tan imposible de cumplir como lo sería el voto de ayuno continuo o de contener la respiración perpetuamente) es ya una invitación a toda clase de desórdenes sexuales, estadísticamente la inmensa mayoría de los abusos sexuales a menores se cometen dentro del seno de la propia familia incestuosa: Padres, Madres, Hermanos, Tíos o Tías, Amigos... y por supuesto en aquellos ámbitos de actividades extraescolares (deporte, danza, artes marciales, música, etc, etc, etc...) en donde los padres confían demasiado en el buen proceder de los profesores y tutores.
Tenemos una idea totalmente equivocada de los pederastas, como si fuesen El Vampiro de Dusseldorf, El Hombre de los Caramelos de aquella siniestra y genial película española (homenajeada en algunos de los flashbacks) o el superobeso "Funnyman" del Sandman de Gaiman.
Esto no es así. De hecho, comprueben cualquier red social de cualquier famoso o influencer y con absoluta seguridad encontrarán como en ellas se exhibe (incluso hipersexualizados antes de la pubertad) a la imagen de sus hijos incluso en sugerentes posturas.
Aquellos que explotan su imagen con vídeos promocionales no solo de juguetes y no solo contemplados por menores, son tema aparte y necesitan de una nueva legislación.
Por lo tanto, además de vigilar exhaustivamente a quienes se acercan a nuestros hijos, tenemos el deber moral de denunciar y hacer público cuando estos desgraciados hechos ocurran.
Y para mostrar un poco de coherencia aprovecho esta estupenda oportunidad que me brinda la película de Helio para revelar de que yo mismo sufrí varios intentos de abuso por parte de un sacerdote local.
Tenía por costumbre invitar a los niños de 6º de EGB de mi colegio a protagonizar el Lavatorio de los Pies. Uno de mis compañeros de clase -que, no por casualidad, en breve se precipitaría al mundo de la drogadicción- me previno en su día de que el sacerdote había realizado avances con el, lo que para mi inocencia resultaba simplemente incomprensible.
Aunque yo no fui monaguillo, acostumbraba a acompañarlo a su casa, pasando las tardes con el. En una ocasión me invitó a rezar con el sentado en su regazo, tras lo que intentó hacerme tocamientos a los que yo, afortunadamente, tuve el buen criterio de oponerme.
Más tarde, tras enseñarme un álbum ilustrado de El Libro de la Selva, me invitó a dormir la siesta en su casa. Al comentarlo en casa, mis padres me prohibieron ir... pero no seguir frecuentándolo.
Aún en otra ocasión me llevó una tarde a la finca de un conocido totalmente desierta. No pasó nada y al menos en mi esos intentos no dejaron huella notable.
Eso si, por la gamberrada que los monaguillos le hicieron al obispo tras trasladarlo a un colegio de Iberoamérica, mucho me temo que pudiera haber alguno que otro afectado. Y por supuesto, el nuevo destino no pudo ser peor elegido.
Por lo tanto, aquellos que sean padres, primero, quieran y eduquen a sus hijos en sexualidad.
Segundo, vigílenlos y supervisen sus actividades online.
Las secuelas psicológicas, físicas y espirituales del abuso o maltrato -también el psicológico- pueden ser devastadoras e inconmensurables.
No todo el mundo tiene la suerte de escapar de las garras de Shere Khan.