La película, claro, camina en la fina línea entre homenaje y plagio, pero digamos que cae del lado del primero por diferentes factores. El primero, que el argumento queda bastante más clarito que el de "El Reino de la Calavera de Cristal", lo cual no es moco de pavo.
Es un producto obviamente orientado al público infantil y que sin embargo cuenta con un cuidado diseño de fondos y ambientes, al nivel de cualquier producción americana de animación. Más allá de lo que los jovencitos espectadores van a poder apreciar.
Pero eso sirve para destacar la buena salud de la animación española, que poco a poco llega a hablar de tú a tú con la americana. Y lo mejor está por venir, ya veréis...
Los diálogos por lo general son mejorables, aunque cuentan con algunos momentos brillantes. Se desaprovecha el personaje del guía nativo peruano -que dobla, sin acento peruano, el ubícuo José Mota- cuyas gracias no están a la altura del talento del doblador.
También, como en las pelis de Indy, hay un malo malísimo, que a mi, con sus uniformados secuaces, me ha recordado un tanto al villano de "El Lince Perdido". Pero bueno, yo soy "arte y parte"...
La compañera del héroe, "causalmente" llamada Lara, también tiene claros referentes en el cine de aventuras. Double fun!
Lo mejor es que los padres que acompañen al cine a los retoños podrán disfrutar de una película que es de Indiana Jones salvo por el protagonista. Se nota que los autores, aunque se circunscriban a la parodia en esta ocasión, no le harían ascos a una versión seria y habrá que estar atentos a sus futuras producciones.
Hay, como digo, un poco para cada tipo de espectador y yo me quedo con los detallitos en el museo, el cuarto de Tadeo o la civilización inca perdida. Cuando se tiene ese cuidado al detalle, se nota el interés y cariño de quienes lo han hecho.
Comentar también que la película estaba basada en un cómic que los productores encargaron a Jan (Superlópez), y que en ella ha participado mi amiguete Jorge Santamaría, dedicado ahora a la animación.
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