No cabe duda de que uno tiene que ser muy Sherlockiano para no verse apabullado ante amplitud y exactitud de este estudio que no solo es una delicia de lectura sino que a buen seguro abre nuevos horizontes de disfrute a cualquier aficionado.
Comienza listando las obras de teatro protagonizadas por Holmes -o sus acostumbrados personajes pastiche-, aquellas en que el actor William Guillete se alzó como encarnación y definición del de Baker Street.
A continuación pasamos al cine, donde el lector podrá descubrir, ya solo en el cine mudo, una pléyade de proyectos internacionales aparecidos en lo que fue una fiebre por el personaje y sus hazañas, tanto adaptando las obras de Doyle, como variándolas o añadiendo nuevas aventuras, fuera de sus coordenadas espacio-temporales en la Londres Victoriana.
Destaca en estas, por supuesto la serie realizada por Basil Rathbone y Nigel Bruce. Pero la lista alcanza hasta las más modernas y recientes adaptaciones de Downey Jr.
Ambos actores trabajaron en algunas de las adaptaciones radiofónicas.
Las diferentes series de TV, sean sitas en la era original o transportando al detective a tiempos modernos gozan igualmente de su espacio en el tomo.
Los aficionados al cómic como yo podrán disfrutar de una amplia sección donde, como en las demás, hay más números, editoriales internacionales y autores que reseñar del espacio de que se dispone, pero que ofrece una amplísima y apetecible perspectiva de los casos que Holmes resolvió entre viñetas.
En definitiva, un volumen que perfectamente complementa al anterior dedicado a la literatura canónica y sus continuadores y que no puede faltar en las estanterías de ningún aficionado, no solo por los textos sino las incontables e impresionantes ilustraciones.






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