En este caso, para la editorial Dark Horse, parece haberse basado en ese famoso koan que reza: ¿Soy un monje que sueña que es una mariposa, o una mariposa que sueña que es un monje...?
La primera nos muestra un presente distópico -o sea, un punto más distópico que el que ya vivimos- donde un padre. mochila al hombro, vagabundea buscando a su hijo perdido.
En la segunda, Bunn tira de los miedos arquetípicos propios de América del Norte y presenta un mundo fantástico anclado en tiempos revolucionarios donde un misterioso personaje enmascarado -trasunto del padre- lucha contra los lacayos de la Reina Sin Rostro.
A su paso encuentra aliados -un nativo al estilo Hawkeye, pero el original, el de El Último Mohicano- y enemigos, no solo en los mencionados lacayos también enmascarados sino en la población atemorizada por las bestias monstruosas que atacan sus pueblos, y el peculiar reinado de terror que impone la misteriosa monarca.
El dibujo de Mutti tiene en ambos casos una cualidad onírica, irreal, que ayuda a la transición entre ambos mundos.
Habrá que leer más para saber en qué termina la cosa, por que este primer volumen solo sirve de presentación.
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