Bueno, vamos a hacer un muy debido interludio literario entre semejante aluvión de noticias del cine y la TV...
Para alguien que, como yo mismo, se haya introducido en la escritura de Conan Doyle a través de Holmes choca muchísimo que quien creó para su Detective un universo absolutamente realista y racional, donde -por razones obvias, y que serán exploradas en la novela que preparo- lo sobrenatural no tiene lugar alguno, sea a la vez capaz de crear relatos en donde lo mágico y místico cobran cada vez más fuerza a lo largo de su vida.
El otro aspecto que queda diametralmente claro en estos relatos es la "admiración" Doyle por Poe: No solo Sherlock nació a partir del Dupin de Poe, y le copió el argumento de alguna de sus aventuras, sino que aquí Sir Arthur vuelve a realizar un par de sospechosos "homenajes".
Confío en que fueran del principio de su carrera...
Y es que las escenas oníricas de tortura medieval en El Embudo de Cuero no pueden dejar de traernos a la mente a los frailes inquisitoriales de El Pozo y El Péndulo.
Y si Poe enterraba vivo en una bodega a un personaje en El Barril de Amontillado, Poe hace lo propio en La Catacumba Nueva, cambiando la vinoteca por los subterráneos romanos.
Cierto que está ya todo inventado y no seré yo quien niegue que todos los autores comenzando copiando lo que nos gusta, pero Doyle en estos casos se mueve en la fina línea entre el homenaje y el plagio descarado.
The Terror of Blue John Gap presenta una misteriosa cueva que por lo visto alberga una criatura ancestral en la Inglaterra rural.
Si no es su versión de "Nessie" -que tan bien versionó Billy Wilder en su Sherlock-, ahí os lo dejo para que localicéis cual es el relato emulado en esta ocasión.
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