Este tomo que recopila las aventuras originales del Capi publicadas por Marvel UK (primero de tres) es un excelente ejemplo de como mitificamos personajes y etapas, sobre todo si no las hemos leído.
El cómic es en realidad un A, B, C de estereotipos superheróicos y de cómo no se debe hacer un cómic, con un joven Claremont realizando una risible imitación de Stan Lee, y con Larry Lieber, el hermano de Lee, editando el cómic y cambiando de dirección y tono cada tres viñetas.
Por poner un ejemplo de las delirantes aventuras, el personaje arranca en su origen de ser un científico en la central de Darkmoor a ser un estudiante universitario en la siguiente aventura.
Los personajes que le dan a alegir entre el Amuleto y la Espada ni siquiera son identificados en la primera aventura como Merlin y su hija Roma, aunque hacen alguna referencia a héroes artúricos.
Vemos poco a poco como personajes luego clásicos van emergiendo, como el policía Day Thomas y su odio a los superhéroes, aunque otros, como el particular "Flash Thompson"· de Brian y el resto de sus compis estudiantes acaban siendo olvidados cuando la acción se traslada a la Mansión Braddock.
El cambio de Claremont por el ahora polémico Friedick no ayuda a centrar las cosas, y un nuevo enemigo, el Doctor Synn, acaba siendo un holograma animado por la computadora que creó el padre de Brian y sus dos hermanos, Betsy y Jamie, que como sabemos acabarían desarrollando poderes.
Para añadir "pathos", los padres de Brian murieron arreglando la computadora. Ya digo que el pobre Brian se convierte en una colección de todos los clichés del género, sin ton ni son, y situaciones son introducidas para ser olvidadas por completo en el siguiente capítulo.
En ese sentido, este comic es un magnífico antecesor de los modernos cómics DC...
El Capitán America y Nick Fury llegarán para ayudar a Britania contra Red Skull.
Después la serie pasa a ser en B/N pero cuenta con dibujos de Buscema.
Las luchas suelen tener lugares en escenarios "turísticos" de Reino Unido, y es gracioso imaginar a los lectores ingleses de lá época medio emocionados y medio indignados por el tratamiento que dan al personaje autores americanos.
Pronto se hace necesario un "reboot" del personaje, cambiando su cayado por un cetro que le hace volar y revelando que Merlín es en realidad un "viajero estelar".
En fin, confirmado queda que aunque Stan y Larry son hermanos, sus diferencias van más allá de los apellidos.
Una prueba de que a veces respetar la continuidad se hace una misión imposible, pues bien esta no ha existido o encierra contradicciones irresolubles.
Se explica así los sucesivos renacimientos que tuvo el personaje en manos de Moore, Davis y compañía...
Curioso experimento de arqueología comiquera, que demuestra que para obtener algo funcional hay que recuperar y olvidar a partes iguales...
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