Guionista desconocido y dibujante más bien feucho.
Hasta aquí, tendrán suerte si llegan al número seis.
En este primer número su misión es cazar a Red Omega, ese villano visualmente impactante en manos de Jim Lee que por lo demás es uno de esos conceptos noventeros que no pasan de la IMAGEN.
Cuando cree uno que estos personajes -dignos de un spin-off de Top Cow o XTreme Studios en los noventa- no van a llegar a más, viene la sorpresa del número, una que llevamos esperando desde que comenzamos a leer las nuevas series mutantes.
Y es que, tras el programa, está el resucitado -via Krakoa- hijo de Bolivar Trask, creado por Thomas y Adams, y cuyos poderes para predecir el futuro le permiten calcular que mutantes pueden resultar más amenazantes.
Recuerda un tanto a la premisa de X-Treme X-Men con los diarios de Destino, y concuerda bastante con la premisa de la actual X-Force, el título más "Brevoort" de la línea, en tanto está siendo usado para recorrer el Universo Marvel más allá de los mutantes, aunque su cast resulte más soso número a número.
Pero en esa coincidencia, al menos, atisbamos posibilidades de cross-over y enfrentamiento y se abre una ventana al futuro editorial de la línea por primera vez.
No es que eso vaya a salvar a esta serie, que sigue siendo la más prescindible de todas por su guión y dibujo, pero al menos el guionista o editor se han molestado en introducir un punto de interés para mantener a los lectores, algo que hasta ahora casi no habíamos visto.
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