Una nueva Trinidad secularizada.
A el, que vió en Napoleón cabalgando sobre su caballo la encarnación misma de ese avance, sería curioso preguntarle que opina de los acontecimientos actuales, cuando el único que avanza -o avanzaba- es Putin con sus tanques, viva encarnación de los Jinetes del Apocalipsis, que tambien respondían a una Trinidad Reversa: La Bestia, El Anti-Cristo y el Falso Profeta.
De igual manera, un análisis de la película de Black Adam revela inmendiatamente las fuerzas que mueven nuestra cultura e ideales -los pocos que van quedando de ambos-, y por lo tanto, a la historia actual. Spoiler: No son nada "espirituales".
"Vivimos en una sociedad..." donde apretando un botón aparecen una legión -en el sentido bíbilico- de irreales seguidores que pueden encumbrar los mayores horrores y aniquilar a las más integras personas.
Frente a eso, cualquier iniciativa individual está ya, de facto, condenada al fracaso. G. Glorious Godfrey -la parodia kirbyana de Joeshep Goebbles; heraldo de Darkseid e inventor de las Fake News- domina el mundo.
Sumerguidos por lo tanto en un mundo realidad virtual nos llegamos a cuestionar que necesidad tenemos de oponernos a semejante Behemont cuando lo más cauto sería disimular e intentar no atraer su atención ni la de nuestros muy reales congéneres, aquellos que han sucumbido ya a la "Ecuación de la Antivida" y, doblegadas sus mentes, solo transmiten consignias: "Darkseid IS".
A la vez que, conociendo nuestra propia naturaleza, comprendemos que pasiones animan dicha iniciativa, la fuerza que nos mueve a exponerla nos resulta ya misteriosa e incomprensible, hasta...mortal.
Pero esa es la esencia del heroismo: ¿Que probabilidad tenía David de derrotar a Goliath...? ¿Puede un hobbit, ya maculado, derrotar al Señor Oscuro en su Trono Oscuro...? La ficción así lo indica. Y ahora es el momento de comprobar si, a la postre, Hegel -y otro puñado de personajes a lo largo de la historia- tenían razón o no en eso de que es el pensamiento el que mueve el mundo, y no a la inversa.
Pero conste que los pocos pensamientos que hemos podido reunir los lanzamos al mundo como Jor-El a su hijo: asumiendo ya que el nuestro es un mundo condenado. Damos ESPERANZA a los terrestres, pero no guardamos ninguna para nosotros.
Un poquito de historia antigua:
Por si algún lector desconoce el dato, BLACK ADAM, como su nombre indica, ha sido desde su creación (The Marvel Family #1, 1945) hasta hace 22 años EL VILLANO DEL CAPITÁN MARVEL/SHAZAM.
Su némesis, su reverso oscuro, su DARTH VADER.
Precursor del Captain Marvel, obteniendo sus poderes de igual manera, los usó para erigirse gobernante de Egipto en lugar del Faraón, siendo condenado por el mago Shazam a las estrellas.
Cuando las aventuras del héroe pasen a ser editadas por DC, Black Adam -que no volvió a aparecer en la Golden Age- continuará como su supervillano en las diferentes versiones del personaje que vaya editando DC, tanto en la de los años 70 como las dos post-Crisis: la de Roy Thomas y la de Ordway, más amplia y exitosa que la anterior. Así será durante 55 años, hasta finales del siglo XX.
Tras el estreno de Scorpion King (2002), el parecido del actor Dwayne Johnson con el personaje y el origen egipcio de dicha leyenda hacen que todos los fans vean al actor como la perfecta encarnación del villano.
El protagonista del modeno peplum es un pseudo-Conan, un esclavo que se alza hasta el trono. Ese acabará siendo el origen del personaje.
Inmediatamente, el guionista en alza Geoff Johns, en la serie JSA, protagonizada por los personajes de la Golden Age DC, decide revisitar el periodo en que Teth-Adam era un HÉROE -antes de su corrupción y caída, nunca narrada en detalle en los cómics modernos- decide incorporarlo a la Justice Society of America Before Christ -formada por encarnaciones pasadas o miembros inmortales del grupo en tiempos faraónicos-.
Si me permiten, dicha idea -la de dicha agrupación de héroes en versión egipcia, compañeros de Teth-Adam- la tuvo un servidor poco después de la publicación de Kingdom Come ((1996), a raíz de un diseño de Alex Ross sobre el personaje que incorporaba elementos de arte egipcio creado para la que iba a ser continuación actual del proyecto, The Kingdom, y que luego no llegó a fructificar.
Seguramente Johns partió de identico lugar para su historia, solo que la mía, sin entrar en detalles, era mejor.
Por cierto que, probablemente, ese es también el origen de la escena de Justice League que muestra a proto-encarnaciones de los héroes enfrentados al primer ataque de Darkseid.
El personaje acaba incorporándose a la JSA en el presente con vistas a ofrecer algo de disension en el grupo, la que culmina con la saga Black Reign en la que, en desacuerdo con los valores de la formación, parte de los miembros se separan del grupo formando su propia agrupación.
Allí se presenta el moderno Khandaq, versión moderna de su país de origen. Y es esta saga el núcleo de la película en tanto que enfrenta al supergrupo con el villano y sus seguidores, aunque en este caso no son superhéroes.
52, un macro-evento narrado en otras tantas semanas, incorpora en una de sus tramas a Black Adam como protagonista, presentando a la "Black Adam Family", que recupera al personaje de Isis -sin conexión con la franquicia original, pero protagonista de una serie televisiba que se emitió junto a la de Shazam de los setenta, y comic DC a juego- y estableciendo al hasta entonces villano como un "anti-héroe" en el molde del Sub-Mariner de Marvel, con quien comparte orejas puntiagudas y peinado "widow peak".
Cuando el propio Johns realiza el reboot New 52 del personaje, no solo controvertido sino odiado por los fans del personaje, Black Adam, a pesar de sus aventuras con la JSA, permanece como villano.
Y así mismo será en posteriores proyectos en continuidad aparte como Monster Society of Evil o Magic of Shazam.
Mientras tanto, en el cine Zack Snyder realiza su Man of Steel que culmina con Superman EJECUTANDO al General Zod, en una escena robada al Miracleman de Alan Moore, que hizo lo propio con su versión de Black Adam, Kid Miracleman.
Moore, absolutamente inspirado, presenta los abusos sexuales sufridos por Johnny Bates como origen de su desequilibrio moral y corrupción.
Zack Snyder será despedido antes de finalizar la producción de Justice League, una película en la que, parademonios aparte, la JLA se enfrenta como oponente principal a una versión incomprensiblemente corrupta de Superman.
El POS-TE-RIOR suicidio de la hija del director con 19 años se aducirá como razón de su abandono.
Acumulando fracaso tras fracaso, si no en taquilla, ciertamente en lo creativo, incapaz de satisfacer a sus fans, anulado el proyecto de Batman de Affleck, DC Films autoriza la primera película dedicada a un SUPERVILLANO: Joker.
Su argumento e ideas sobrantes se reutilizarán - de manera incomprensible y desordenada- para el relanzamiento de Batman por Matt Reeves.
La adaptación de Shazam -basada en la denostada versión New 52 de Johns-, no cuenta ni menciona a Black Adam como antagonista.
Al parecer, por expreso deseo de Johnson, que quiere desvincular a su personaje del tono humorístico con que la película, intendando emular "los chistes de Marvel" para lejarse del oscurantismo de Snyder, acaba imbuida.
Con chistes y todo, cuenta con los mismos defectos de todas las películas de la productora y como adaptación es igualmente lamentable.
Black Adam se convierte así en un proyecto independiente.
Pero el personaje, como protagonista, ya no puede ser un villano en el cine. Pasa a ser, como en los cómics, un "anti-heroe", pero uno que no cuenta con villanos propios.
Aunque todos esperan que la película sea una secuela de Shazam y que héroe y villano se enfrenten acaba confirmándose -pueden pensar que por la diferencia de tono o por no lastrar este proyecto con las fallas del anterior- que no será así.
Claro, por mucho que detalle su origen -y luego, en la película, no ocupará más de cinco minutos de mentraje- ¿que contamos con un personaje sin enemigos...?
Incomprensiblemente, el culpable y originador de semejante caos, Zack Snyder será autorizado a completar su versión de Justice League.
El resultado es que, ni tan siquiera con control total y absoluto logra crear una historia coherente. Normal y esperable.
Tras el fracaso por partida doble de la Justice League, en ausencia del "corazón" del Univeros DC se recurre a la Justice Society como co-protagonistas/antagonistas y posibles sustitutos del grupo principal.
Bueno, a la Justice Society, no. A cuatro personajes de la Justice Society, dos de ellos muy menores y modernos, dejando de lado por los consabidos problemas entre franquicias y productores, así como en una lógica falta de confianza en el proyecto al resto de figurones del grupo.
Dado el background egipcio que comparte con Hawkman y la historia de Johns -en la que aparece Nabu, el "Shazam" del Doctor Fate, personaje pastiche del Captain Marvel y cuyo sigilo mágico a partir de los setenta fue diseñado por Walt Simonson como un ank, aunque el personaje, no nos cansamos de recordar, tiene raices babilónicas- los conocedores de los cómics esperábamos que esa fuese la base de la historia y el enfrentamiento. Nada más allá de la realidad.
Acumulando fracasos creativos y económicos, constantes retrasos en sus proyectos, pasando por diversos directivos -que no merecen dicho nombre, por que eso supondría una dirección-, incapaces no ya de alcanzar y emular los éxitos y el sistema de Marvel Studios, sino de realizar historias con un mínimo de sentido y fidelidad a los personajes y películas que sean algo más que un puñado de escenas sin conexión alguna llegamos al presente.
Enzarzados en constantes y sucesivas polémicas sobre sus actores y directores, de los seis actores de Justice League los únicos que aún no han exhibido comportamientos... no-muy-heróicos, son Henry Cavill y Gal Gadot. A Momoa no lo contamos por que valgan los pleitos de Amber Head (Mera) para comprensar la falta de los suyos.
Los espantosos escándalos de Ezra Miller han sido mágicamente neutralizados con una nota de prensa en la que promete ir al psicólogo y la película de Flash -que debe ser buenísima, por que salen...¡dos Batman!- sigue programada para el próximo verano.
Con los fans divididos entre quienes demandan un comienzo desde cero y quienes piden el retorno de Zack Snyder -entre otros millones de posturas, tantas como espectadores-, tras su adquisición por Discovery y la anulación de la película de Batgirl, en los estados finales de producción, Black Adam, la onceaba película de DC -Marvel Studios estrena la número TREINTA este viernes-. llega finalmente a las pantallas.
Y con ella, el retorno del más sexy de los verdugos: Henry Cavill.
Para quienes se obcequen en ver ahora promesas de esperanza, recapitulamos: Man of Steel está protagoniada por un HÉROE QUE MATA.
Black Adam, también.
En todos estos años. DC Films no se ha movido ni un solo milímetro de sus presupuestos originales, ni reconocido ese siniestro "error", ni anunciado nada para enmendarlos.
La crítica es unánime: Solo tras Justice League, ES LA SEGUNDA PEOR PELÍCULA DEL "UNIVERSO" DC.
A pesar de que su "éxitoso" estreno y "sorpresivo" cameo son alabados como un nuevo comienzo para el Universo DC -que viene comenzando una decena de veces, tras cada fracaso-, inmediatamente tras el estreno Walter Hamada abandona la dirección de Warner y James Gunn es nombrado "el Kevin Feige" de DC Films -de estos, van ya seis o siete-.
Le acompaña Peter Safran, productor de dos de los fracasos de DC: El mismísimo Shazam! -cuya secuela ha sido retrasada un año, adivinen por qué- y Aquaman -idem de idem-. Probablemente su presencia se deba a que sus dos películas han sido devueltas a toriles, y ya veremos si salen de vuelta y como.
Para acabar estos más que tan necesarios como siniestros prolegómenos con una nota positiva, le deseamos la mejor de las suertes a James Gunn en su tarea.
Aunque su personalísima visión dista mucho de adecuarse a la épica que el Universo DC, Peacemaker -mucho más que Suicide Squad- demuestra que tienen talento para la tarea.
La historia de la editorial DC en este siglo, y consecuentemente de sus adaptaciones al cine, es, como la del Faraón Ramses que interpretase Yul Brynner en Los Diez Mandamientos, una historia de hybris, de soberbia, de desafío a los Dioses y a sus normas: "So it shall be written so it shall be done".
Les dejamos con unos minutos musicales a cargo de Elmer Bersntein para recordarles que hay poderes en el mundo capaces de doblegar el cerviz de los más orgullosos.
CONTINUARÁ...
1 comentario:
Si me gustó la película pero estaría mintiendo si digera que es perfecta.
Ya dicho eso espero ver el resto de tu análisis.
Post data: Arias un análisis de la "nueva Hera de oro" es que quisiera entender las implicaciones de todos los redcoms qué hicieron
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