Mary Shelley -y el resto de co-autores de su MODERNO PROMETEO- lo entendieron perfectamente:
"Remember that I am thy creature; I ought to be thy Adam, but I am rather the fallen angel, whom thou drivest from joy for no misdeed. Everywhere I see bliss, from which I alone am irrevocably excluded. I was benevolent and good; misery made me a fiend."
Y JACK KIRBY, moderno forjador de mitos, "el HESIODO del SIGLO XX", también.
La introducción de la ZONA NEGATIVA, como muy bien comprendieron Pacheco y Marín, simboliza ese DESCENSUS AD INFEROS para los personajes de Fantastic Four, y ANNIHILUS es la versión CF de SATÁN (que, como Jesucristo, también es un personaje de ficción y un MITO, reitero).
En un mundo donde ya hemos perdido a Pérez y Neal Adams, Alex Ross es el heredero de ambos en tanto su trabajo sirve no solo para recuperar las respectivas esencias y tradiciones artísticas e icónicas de cada franquicia.
Celebramos que, tras décadas dedicado únicamente a las portadas -todas ellas invaluables también- haya regresado a contar historias. Los superhéroes no pueden prescindir de su visión narrativa.
FULL CIRCLE es toda una "carta de amor" al genio de JACK KIRBY y a la revolución artística que supusieron sus Fantastic Four. ¡Ojo, idéntica a la que Lee trajo con sus diálogos al campo de la escritura de cómics y caracterización de sus personajes!
Juntos consiguieron consiguieron una alquímia única, fusionando a Galactus y Mephisto en uno, a Diablo con el Preste Juan, a Crystal con Quicksilver y a Victor Von Doom con LA MADRE QUE LO PARIÓ. Todo ello calentado por el fuego de Dragon Man.
PURA MAGIA, de esa que solo Agatha Harkness y Wanda Maximoff conocen.
Ross recupera como protagonista de la historia al científico de "This Man, This Monster", ata todos los lazos sueltos que dejó Kirby -que argumentando y organizando, tampoco era perfecto- y construye una saga con cuanto personaje de la Zona Negativa introdujese EL REY en su día.
Incluído JANUS, protagonista de un -fuertemente editado- postrer número del dúo creativo, muy lejano ya de la visión de Kirby por las no siempre brillantes intervenciones de Lee.
También visitamos por primera vez el doble negativo de la Tierra, la Nega-Tierra, digo yo que se llamará.
Nadie es perfecto. Kirby tampoco. Ross, que aquí se atreve por primera vez a firmar la historia, hereda sus limitaciones como guionista.
La historia -un pretexto para incluir cuanto ESPECTACULAR remake de Kirby cupo- podría haber estado algo mejor.
Sin embargo, también como Kirby, esta novela gráfica SE ADELANTA A SU TIEMPO.
MARVEL no ha sido ya capaz ni de EDITARLA, ha aparecido bajo otro sello editorial, aunque producida por Brevoort y su equipo.
Incapaces ya de crear contenido mensual con ese mismo estándar de calidad, y es normal, si los cómics de superhéroes han de sobrevivir lo harán en ese nuevo formato que ya Jim Shooter inventase: LA NOVELA GRÁFICA.
Por que más vale un cómic de estos al año que cualesquiera otros doce al mes de los que se editan hoy.
Por lo demás, solo por recordar que Ben Grimm es fan de Stephen King -y asustadizo- Ross merece ya todas las loas.
Lo dejamos aquí por que, mientras escribía esto, por el hecho de escribir, se me acaban de ocurrir toda una serie de historias sobre el grupo. A ver si las ordeno en mi cabeza.
Lo dejamos aquí por que, mientras escribía esto, por el hecho de escribir, se me acaban de ocurrir toda una serie de historias sobre el grupo. A ver si las ordeno en mi cabeza.
¡Byrne redimió a Galactus, que se había comido el Universo entero!
Teodicea kirbyana: el Mal en el Mundo tiene sentido.
¡Que le aproveche, el Universo bueno de verdad será el siguiente!
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