Según pasan los años y se ven con distancia las obras y la propia vida, no nos cabe duda de que Moore es sin duda el autor de cómics que más nos ha marcado, y cuya obra, en particular, la que atañe a pastiches de superhéroes intentamos emular a pesar de gozar de un talento infinitamente menor en nuestros actuales trabajos para BIG BANG COMICS.
En diferentes artículos, el monográfico estudia las obras de Alan Moore, principalmente las publicadas en los años 90 y lamentablemente poco conocidas aquí pues algunas se han editado parcialmente o, por desgracia, permanecerán por siempre inéditas y sin reeditar por problemas de derechos.
Koldo Azpitarte repasa su carrera completa desde sus inicios en los cómics británicos hasta Providence, siendo esta, junto a Cinema Paradiso, la última gran obra del autor antes de retirarse de los cómics.
Sergio Aguirre desgrana los antecedentes e influencias que pudieron influenciar o influenciaron a los personajes y argumentos de Watchmen.
Gonzalo Torné nos recupera Swamp Thing, la opera prima de Moore que lo descubrió para el público americano y que fue el "verdadero origen" de lo que luego se denominaría "línea Vértigo", al menos en lo que a los personajes del Universo DC se refiere.
Pedro de Mercader trata de algo tan inabarcable como From Hell, para muchos sin duda la obra cúlmen del autor por la cantidad de ideas y lo revolucionario de su visión, donde su pensamiento Hermético, ya presente en sus anteriores obras de manera más sutíl, se hace patente.
Marcos R. Cañas escribe sobre la Liga de Caballeros Extraordinarios, que comenzase como un pastiche victoriano de superhéroes que pronto evolucionó en un mundo donde todos y cada uno de los personajes de ficción -al menos, los no contradictorios- conviven.
Laura Castillo trata adecuadamente de Promethea, un pastiche de Wonder Woman y Shazam!donde Moore volcó todo su pensamiento Hermético y la relación entre Magia, Imaginación y Creación.
Peter García traza un paralelismo entre las obras de Moore y Morrison, un Maestro y un Discípulo más enfrentados que Obi-Wan y Anakin.
Y por último, dos firmas de lujo y dos queridos amigos, Enrique Machuca y David Galán nos hablan de los dos grandes pastiches de Alan Moore: el de Marvel -1963- y el de DC -Supreme, Glory, Youngblood, Judgement Day-.
Hubiese encajado a la perfección en este número el posterior artículo sobre BIG BANG COMICS, el universo pastiche ORIGINAL de los años 90 cuyas primeras entregas, publicadas como complemento de Berserker por Caliber sin duda inspiraron a Moore ambos proyectos.
Y ahora, como Vicente no me invitó a colaborar en este número, mi momento "MALÉFICA": Hecho en falta un artículo donde se trate más en detalle las colaboraciones de Moore con los superhéroes del universo Image.
Pero por lo demás, un número magistral y necesario para recordarnos que hay obras y autores que merece la pena leer y releer, y otras que, simplemente, NO.
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