Su esperada nueva pelicula no ha defraudado y está destinada a ser un clásico moderno de este género.
Básicamente, cuenta la historia de la Bella y la Bestia pero en un contexto de Realidad Virtual. Y lo curioso es que no versiona el cuento clásico, sino directamente la versión Disney, segunda película que, tras La Sirenita, inició la triunfal etapa de éxito en los años 90.
Me sentí bastante viejo viendo un personal remake para otra generación de una cinta que recuerdo perfectamente haber disfrutado como espectador en mis años de estudiante en Granada.
En un mundo donde la Realidad virtual es ya real -osea, pasado mañana, que se lo digan a Zuckerberg- una red social permite a sus usuarios sumergirse en ella y adoptar la personalidad que deseen.
Una apocada niña de pueblo, con la ayuda de una amiga -y la tecnología, que modifica su voz-, se convierte en Belle, la nueva ídolo de millones de fans que la adoran por su perfecta apariencia y canciones.
Pero de pronto los conciertos y la misma realidad virtual se verán interrumpidas por la aparición de la Bestia, un monstruoso, torturado y violento personaje campeón de lucha que establece únicamente una relación con la angelical cantante que, tímida y retraída en la realidad, florece en toda su gloria en ese mundo, aunque acaba abrumada por su éxito.
Las niñas deberán descubrir quien es en realidad la Bestia en el mundo real, y cuando lo hagan, hemos de advertir que su historia es bastante TRUCULENTA.
No se equivoquen, que es animación, pero PARA ADULTOS.
Por lo demás, a pesar de ser ficción, hemos echado de menos alguna advertencia sobre los peligros reales de las redes sociales y aún más de esos mundos virtuales, donde acechan bestias de verdad.
Publicitar que uniéndote a ellos puedes alcanzar el éxito, ser quien eres y lograr como por arte de magia MILLONES DE SEGUIDORES es bastante arriesgado y no se adecúa a la realidad, en donde el uso de estas teconologías está teniendo efectos perniciosos, adictivos y traumáticos incluso en adultos, no hablemos ya de menores.
Visualmente bellísima, la película si contiene el mensaje final de que debemos desprendernos de nuestras máscaras y ser quienes somos en realidad para así poder relacionarnos con otras personas de verdad, que son las que a menudo nos necesitan, aunque no sepamos descifrar los mensajes al respecto que sin duda nos mandan.
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