Y ni que decir tiene que me trae excelentes recuerdos de uno de mis cómics favoritos, junto a otros de esa etapa inicial de Byrne en la serie.
La splash inicial, con un Quicksilver lanzado hacia el lector, buscando frenéticamente la ayuda del grupo, seguro que la mejor representación de supervelocidad nunca hecha en un cómic hasta el momento, está impresa en mi memoria a fuego.
Como tantos otros momentos inolvidables del número.
Aquí, Byrne muestra la solemnidad del monarca y su pueblo reentrando en un Attilan trasladado ya a la Zona Azul de la Luna.
Y ni que decir tiene que Byrne supo diseñar las espiras tecnológicas de Attilan como NADIE.
3 comentarios:
Gracias, Anónimo!
Ya la cambié.
La dejé en pequeño para que participarais!! ;-))
Byrne era/es mucho Byrne.Nadie como èl para dibujar cualquier personaje o ambiente.Sus còmics eran reconocibles y con una narrativa comprensible.Todo acompañado de guiones con sabor clàsico.
Que le voy a hacer, Byrne,es una de mis debilidades.
Se le pueden criticar muchas cosas en sus trabajos más actuales,pero no es el momento.
Yo el primer número que recuerdo haber leído de pequeño de los 4 Fantásticos de Byrne es bastante posterior a éste. Es el #271 USA. Lo recuerdo porque la familia Richards celebraba el cumpleaños de Reed, y me impresionó ver cómo Mister Fantástico se hinchaba como un globo a petición de su hijo Franklin para apagar las velas de la tarta. El resto del número era un flashback en el que Richards recordaba haberse enfrentado a un monstruo devorador de energía llamado Gormuu. Finalmente, sobrecargado e incapaz de absorver más energía, las moléculas del cuerpo del monstruo acababan dispersándose por el espacio, en lo que era todo un homenaje a Kirby (incluso Byrne adoptó su estilo durante la mitad del número), claro que eso entonces yo no lo sabía.
¡Qué no daría yo por poder comprar el original de aquella página en que Richards apagaba las velas!
La historia se encontraba dividida en dos números, el 46 y el 47 Forum (porque en aquellos días Planeta partía algunas historias en dos, como recordarán los más viejos del lugar). El nº 46 incluía la última parte de la batalla contra Terminus, y el 47 la primera parte del viaje del grupo a un anacrónico salvaje oeste futurista (todavía recuerdo a la perfección la portada de ese número 47, de color rojo intenso, de la cantidad de veces que la copié en mis cuadernos de dibujo escolares). ;)
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