Entonces Morgoth maldijo a Húrin y a Morwen y a su prole, y les impuso una condena de oscuridad y dolor; y sacando a Húrin de la prisión lo hizo sentar en una silla de piedra en un sitio elevado de Thangorodrim.
Allí estaba confinado por el poder de Morgoth, y Morgoth volvió a maldecirlo; y le dijo: —Estáte aquí sentado; y contempla las guerras donde el mal y la desesperación desolarán a los que amas. Te has atrevido a burlarte de mí y a cuestionar el poder de Melkor, Amo de los destinos de Arda.
Por lo tanto, con mis ojos verás, y con mis oídos oirás; y nunca te moverás de este sitio hasta que todo sea consumado en amargura.
Según han pasado los años y nuestra propia vida se revela guíada por idéntico y oscuro designio a la de Turin Turambar -Amo del Destino, por el Destino dominado- comprendemos que el hecho de que J.R.R. Tolkien no alcanzase a dar una forma final a lo publicado post-morten como EL SILMARILLION -su obra original, EL LIBRO DE LOS CUENTOS PERDIDOS vol. 1 y 2- no se debió en ningún caso a falta de tiempo si no al temor de las imprevisibles polémicas que pudiese causar el que un católico -que además ya tenía un hijo sacerdote de esa Iglesia- fuese el autor de unos textos que por muy "fantásticos" que se presuman hablan en realidad de nuestro mundo y nuestra naturaleza y lo hacen de una manera IRRECONCILIABLE con los dogmas del catolicismo.
La lucha interior entre la Revelación heredada -la cristiana- y la suya propia -véase EL HERRERO DE WOOTON MAIOR- es patente durante toda su vida y nunca llegó a resolverse -salvo en la susodicha obra, donde el autor no solo APOSTATA de los sacramentos -una tradición vacua y perdida-, burlándose de quienes los administran, sino que explicita que su visionario don proviene de manera directa, sin intercesión alguna, del Rey de Fantasía, una figura cláramente crística.
Muchas vueltas le dio el autor y aún más pueden darle sus intérpretes pero como todo MITO, las historias de Tierra Media y las de sus protagonistas están guiadas por el DESTINO.
Un concepto absolutamente ajeno al pensamiento Católico, que supone a la recién creada criatura humana libre de todo condicionamiento una vez haya sido bautizada, claro.
Del fragmento escogido se pueden escribir tesis completas.
Baste decir que es la versión tolkieniana del Mito de Prometeo, con Húrin encadenado en la montaña como el rebelde Titán que osó oponerse a los designios de Zeus.
La capacidad de Morgoth de afectar y moldear con su sola voluntad la vida de Túrin y Nienor hasta el asesinato, el incesto y el suicido muestra sin ambages que nos movemos en un versión NEOPLATÓNICA-GNÓSTICA del mundo, donde "Aquel que se Alza en Poder" domina de hecho la creación material con su voluntad en lugar de los Arcontes y demás influencias astrológicas del conjunto de dichas doctrinas.
Sin embargo, el Prometeo Encadenado de Esquilo profetiza la destronización del tiránico Zeus por el nacimiento de HÉRCULES -descendiente de Io, una de las visitantes del titán en su tormento-.Creando a la Mujer -Pandora, la que tiene todos los dones- como castigo, Zeus caerá en su propia trampa, engendrando en ellas a los héroes que alcanzarán la Redención.
Análogamente, centrando su OBSESIVO pensamiento en Húrin y su casa, el sacrificio de este en la Batalla de las Lágrimas Innumerables es una "trampa" que dará lugar al triunfo de Tuor, primo y Alter Ego de Turin -el momento en que ambos personajes se cruzan es lo que indica esto- que alcanzará Gondolin y engendrará a Earendil, el Redentor.
Así lo profetiza el padre de Tuor, Huor, hermano de Hurin,antes de caer en manos de Morgoth:
Pero Turgon le respondió: —No por mucho tiempo puede Gondolin permanecer oculta; y cuando sea descubierta, por fuerza ha de caer.
Entonces Huor habló y le dijo: —Pero si resiste un corto tiempo, de allí vendrá la esperanza de los Elfos y de los Hombres. Esto os digo, señor, con la mirada de la muerte: aunque nos separemos aquí para siempre y yo no vuelva a ver vuestros muros blancos, de vos y de mí se levantará una nueva estrella. ¡Adiós! 
Este desdoblamiento y reflejo de Huor y Húrin y sus hijos Tuor y Túrin nos habla de Condena pero también de ESPERANZA. Del plano Material -donde todos los intentos fracasan por estar "viciado" por la voluntad de Morgoth- y del Espiritual -donde los mismos hechos se reflejan pero de manera inversa-.
Existe el DESTINO pero, por el hecho de existir, también existe LA PROVIDENCIA -que es lo que Morgoth y el ciego Destino nunca podrán ver-.
Así lo había sentenciado Ilúvatar desde el momento anterior a la Creación, en la inmensamente profunda y acertada TEODICEA tolkieniana, su justificación del "MAL":
"Poderosos son los Ainur, y entre ellos el más poderoso es Melkor; pero sepan él y todos los Ainur que yo soy Ilúvatar; os mostraré las cosas que habéis cantado y así veréis qué habéis hecho. y tú, Melkor, verás que ningún tema puede tocarse que no tenga en mi su fuente más profunda, y que nadie puede alterar la música a mi pesar.
Porque aquel que lo intente probará que es sólo mi instrumento para la creación de cosas más maravillosas todavía, que él no ha imaginado."
Esta encarnación del Destino que condenó a los Noldor a penalidades y muerte en tanto persiguiesen los Silmarills hasta la Tierra Media, anunció también la DAGOR DAGORATH, el Armaggedon o Ragnarok de la Tierra Media.
Y en ella es un Turin redimido, purificado y divinizado quien da muerte a Morgoth -a Morgoth, que no a Melkor-.
Tal y como advirtió Ilúvatar, la concentración del Mal estaba en realidad forjando el arma de su derrota final.
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"EL DESTINO EN LA OBRA DE J.R.R. TOLKIEN: ARDA MACULADA"
Será retransmitido por el canal de You Tube de la Universidad.
En el DÍA DE LEER A TOLKIEN, lean EL SILMARILLION.
En todas sus versiones. Hasta que apuren su profunda sabiduría.
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