En realidad, si hubiese escuchado con atención a Carlos, me hubiese ahorrado algunas desilusiones, pues él mismo, de retorno de su primera visita a Marvel me espetó un trozo de sabiduría que solo comprendería años después: "El que no tiene padrino, no se bautiza".
Padrino, entiéndase, de los que meten cabezas de caballo en las camas como "oferta que no se puede rechazar..."
El caso es que Carlos aprovechaba para cuestionarme por algunos detalles de la Continuidad actual de la serie -cuando aún había Continuidad, o la ilusión de ella, y aún no había, ya digo, internet.
Como agradecimiento, se ofreció a dibujarme en el cómic. Yo pedí ser un skrull.
El caso es que antes de que salieran los cómics yo acabé trabajando en Londres un año y, amargado por esa tarea y la distancia, discutiendo sobre Continuidad, seguramente dije algo inadecuado o que se entendió como tal y nuestra relación se enfrió.
Afortunadamente, yo no le he hecho ninguna falta en su esplendorosa carrera.
Así que en realidad pasarían años hasta que, en una relectura de la etapa, me daría cuenta que ese personaje que Jeph Loeb bautizó como Jedediah -uno de los nombres del Rey Salomón- y que aparece como mano derecha del mismísimo Noah Baxter -cuya imagen es la del actor Spencer Tracy- era evidentemente vuestro calvo favorito -después de Morrison.
Aunque nos hemos visto en varias ocasiones, no había tenido ocasión de agradecerle el detalle a Carlos.
Noah y Jedediah acabaron "Lost in Space" y, hasta donde yo se, no han regresado.
¡No es mal sitio para tener una Variante, la estación espacial Alexandria, sobre todo dado mi interés por la Filosofía Helenística!
Al final resulta que Salomón ha acabado siendo parte integral de la historia que Jorge Santamaría y yo estamos contando en Whiz Kids y que por supuesto, como toda nuestra obra, no está exenta de homenajes a la de Pacheco.
Como el niño que le hace dibujos al papá en busca de aprobación, bombardeaba yo entonces a Carlos con ideillas sin sustancia por doquier con el atrevimiento e ilusión del fan.
Una que confesó hacerle algo de gracia fue LA RESURRECIÓN DEL CAPITÁN MARVEL.
Por que, a pesar de la obra maestra de Starlin, no me pareció justo que los héroes acaben pereciendo a manos de una enfermedad. No hay justicia en ello. Alex Ross acabaría rescatándolo de las manos de la parca justo como yo lo imaginé en su saga de X-Earth.
En el climax, Rick Jones conseguía unas "Necro-bandas" y las entrechocaba para que el héroe regresase a la vida y detuviese a Thanos, tomando el eterno sidekick su lugar en el reino de los muertos.
Solo puedo decir que deseo que la historia de Carlos, mi héroe, tenga el mismo final feliz. Mientras tanto, permanecemos discretamente a su lado, como Jedediah y Noah.
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