Y allí descubre la historia de un planeta y sus imperios en guerra, y la del fundador de este, Trigo.
Battenworth narra una historia de civilizaciones que recuerda en sus desarrollos a los héroes Troyanos, al Imperio Romano y por momentos hasta a pasajes bíblicos.
Publicada originalmente de dos en dos páginas, como señala Gaiman en la portada, los textos de apoyo que llenan muchas de las viñetas demandan hoy en día una lectura pausada.
El trabajo de Don Lawrence, con un color espectacular para los años 60 en que apareció, es una delicia para saborear, desde su retrofuturismo a esas escenas que evocan las grandes civilizaciones terrestres.
La mejor manera de definir el cómic es como un PEPLUM ESPACIAL.
Se trata de una obra que ha marcado a docenas de artistas ingleses y a su manera de entender la CF, a la par con Heros the Spartan o el mismísimo Dan Dare.
No faltan los déspotas a lo Ming, las invasiones extraterrestres y esas bellísimas bestias alienígenas de jurásico pedigrí.
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