El Juez Bao es una figura histórica del siglo XI que, investido de plenos poderes por el Emperador recorría las provincias de su imperio impartiendo justicia entre poderosos -como siempre, aprovechándose del pastel- y desheredaros, para los que era su "única esperanza".
Acompañado de un selecto grupo de ayudantes que ya perfilan los futuros "sidekicks" de más modernos héroes, acabó generando toda una literatura y convirtiéndose en símbolo de la Justicia para esa nación.
En este caso particular, el primero de lo que esperemos sea una larga serie, una viuda moribunda le pide auda para ex-carcelar a su hijo, acusado de un asesinato y robo que no cometió.
Al estilo de Colombo, el Juez comenzará a investigar para destapar toda clase de injusticias cometidas por el juez local, parte de una conspiración urbanística. ¡Si, eso tampoco parece ser nada nuevo!
Marty trama un guión que no tiene nada que envidiar a los modernos "whodunnits" y el dibujo de Nie es una belleza fotorealista que por supuesto reproduce con fidelidad arquitectura y cultura de la época.
Y, como diría el detective de la gabardina, "una cosa más": Para el próximo, un tamaño de letra algo mayor en la rotulación facilitaría algo la lectura a los que ya perdemos dioptrías a pasos agigantados...
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