No es un mero remedo de películas, escenas y personajes anteriores, cuenta un tipo diferente de historia, crea -o desarrolla- toda una nueva mitología en torno a esta raza guerrera y, con el inesperado final de la primera temporada, ha dado a los fans de Star Wars -a los que tenemos un poquito criterio-...UNA NUEVA ESPERANZA.
Este libro recoge todo el material de diseño de personajes y ambientes que ya pudimos saborear en los créditos de cada capítulo y resulta una delicia el poder disfrutarlo y, aún más, poseerlo.
Aún en sus historias más fallidas, por supuesto los artistas de la serie han dado lo mejor por intentar emular a los originales y en este caso lo han logrado.
Todo ello acompañado de textos que detallan los orígenes y la evolución de la serie, el trabajo de Favreau y Dave Filoni, convertido este por su trabajo en la animación en el nuevo "profeta" de esta peculiar Mitología.
Y la verdad es que, aunque yo no he conseguido llegar a interesarme por Clone Wars o Rebels, tiene mucho mérito haber sabido desarrollar a los Mandalorians en algo tan atractivo como los Jedi, sobre todo cuando estos han perdido ya todo su mística original -y esto no es culpa de Disney, sino del propio Lucas y su segunda trilogía-.
Tampoco es que la serie sea impecable: el que el villano principal sea una versión "de Aliexpress" de Darth Vader revela que aún queda en la serie y la franquicia mucho por hacer.
Como aficionado nunca he acabado de entender el atractivo que rodeaba a Bobba Fett, que en su aparición original era bastante "looser", pero el personaje de Din Djarin evoca unos valores de fidelidad y compromiso, aún cuando su orden también tiene sus excisiones heréticas y devaluadas.
THE MANDALORIAN es una invitación a creer en los valores antiguos, aún cuando ya nadie los practique.
Y en eso, además de ser una muy necesaria enseñanza hoy en día, es el perfecto consejo para aficionados y símbolo de la propia Star Wars: Lo que nos fascinó en aquellas primeras tres películas, sigue existiendo, más allá de los humanos errores en volverlo a evocar.
Aplíquese a cualquier valor o avance moral de la raza humana, tan ausente de la sociedad actual como lo ha estado el genio del resto de producciones Disney.
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