Todos los escritores comienzan copiando a algún autor anterior idolatrado; son sus ideas las que los conducen a algún platónico nuevo territorio que ellos se deciden finalmente a explorar, quizás anhelando que hubiese sido el maestro quien lo hubiese hecho.
Todos escriben y reescriben el mismo libro, aunque a veces -con algo de egomanía o vergüenza- se molesten en cambiar el nombre a los personajes.
Este nuevo librito de Vola recopila una serie de artículos en los que Jules Verne comenta con detalle -casi resume- la obra de Poe, como sabemos conocida en Francia a través de la traducción de Bodelaire.
Allí vemos como el francés está totalmente subyugado por la mente del escritor americano, cuya manera de razonar, personajes singulares y tramas laberínticas le hacen creer que está ante una inteligencia superior.
Pero no solo apreciamos la crítica de esas Historias Extraordinarias por un verdadero escritor profesional, sino que el aficionado a Verne podrá descubrir como, según comenta cada una de las historias de Poe, Verne sugiere ya posibles continuaciones que, humildemente, encomienda a otras plumas más arriesgadas, pero que con el tiempo será el mismo quien las lleve a cabo.
Así, muchas de sus más famosas obras o memorables escenas no serán más que su versión de las cuestiones planteadas por Poe: Los viajes a la Luna, la hora de más que gana Phineas Fogg -iba a escribir Willy...- en su vuelta al Mundo y, finalmente, La Esfinge de los Hielos como continuación de las aventuras de Arthur Gordon Pym.
Más tarde, como sabemos, llegará Lovecraft con sus Montañas de la Locura y el ciclo de admiración y creación se perpetuará...
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