¡No hay mal que por bien no venga!
La repentina dedicación del director de nuevo a Star Wars, que lo va a mantener ocupado por dos años, ha molestado al capitoste de Paramount.
Primero, por que esa es la casa de Star Trek, franquicia que ya previamente había arruinado el susodicho, por propia admisión, y que se haya en el limbo tras el fracaso comercial de la última cinta -de lo creativo ya hablamos-.
Segundo por que Abrams tiene un contrato con Paramount para sus demás producciones y este expirará sin que realice allí ningún proyecto más, mientras que el estudio, que le paga un generoso pico, confiaba en el para levantar cabeza.
Confiemos en que las tensiones desemboquen en que Paramount permita que su STAR TREK vuele "boldy going" fuera de las zarpas de Abrams, que en cierta manera va a tener que probar su propia medicina al tener que poner conclusión al desastroso arranque de Star Wars que pergeñó.
Karma is a bitch!
2 comentarios:
Tanto como arruinarla... Cualquier director capaz de mantener el interés durante una trilogía es sinónimo de éxito. Y eso que las tres son básicamente iguales.
La tercera no la dirigió él. Y se nota. Para peor.
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