Narrado como si fuera el primero, se sitúa en diversos momentos de la vida de Conan, y así lo vemos como ladrón, pirata, etc...
Hay que destacar el gran trabajo gráfico de Dan Panosian, autor que tras unos años apartado de los cómics ha regresado con un personal y energético estilo.
Por desgracia, solo llega a ilustrar la mitad de esta miniserie, de manera tan certera que su sustituto queda bastante deslucido.
Escrito al alimón entre Simone y Zubb, el argumento enfrenta a los dos héroes con uno de los eternos planes de Toth-Amon que envuelven unas siniestras semillas y está escrito de manera desenfadada, acorde con las nuevas interpretaciones de los personajes.
Pero sin duda el momento más memorable del cómic es el encuentro entre la Diablesa de las Estepas Hyrkanias y la Tigresa de los Mares, Belit, en donde saltan más chispas que durante todos los cruces de espadas anteriores.
Para colmo, podemos confirmar y confirmamos que Red Sonja se salta ese famoso voto de que para acostarse con ella hay que vencerla en batalla...
¡¿QUIEN DA MÁS...?!
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