Si la primera entrega fue toda una agradable sorpresa, esta desde luego no se queda atrás.
Estupenda secuela que ofrece todo lo que nos gustó de la primera, por partida doble.
Eggsy, convertido ya en heredero de Galahad, tendrá que enfrentarse a una demoledora amenaza teniendo que recurrir a los equivalentes estadounidenses de los Kingsmen, los Statemen.
Si unos son el epítome de la elegancia británica otros encarnan todos los tópicos del vaquero yanky.
Ya solo con escuchar los acentos y la forma de hablar es para troncharse: Uno se explica por que los británicos no acaban de aceptar que en E.E.U.U. se hable inglés.
Hay que destacar el papelazo de villana bizarra que hace Julianne Moore...pero ojito ¡que buena parte del público acabará poniéndose de su lado!
Y es que en cuanto aparece el presidente de los E.E.U.U. es difícil que el villano sea más malvado que el. Sobre todo este, que tiene una asistente con el sospechoso nombre de "Fox".
¡La película tiene mil y un homenajes y sutilezas, atentos, si es que pasan el filtro de la traducción, claro!
No solo ridiculiza la política actual de los Estados Unidos sino que realiza una PRECLARA E HILARANTE defensa a favor de la Legalización de las Drogas, ridiculizando la fallida "guerra contra el narcotráfico".
Es tan demoledora que si entre los espectadores hubiese alguien inteligente y con poder, se reflejaría al día siguiente en la realidad, pues no admite discusión alguna.
Pero los villanos, por desgracia, no solo existen en geniales ficciones como esta.
No se puede pedir más que entre carcajadas, acción trepidante y ese humor gamberro que es marca de la casa, además se comente la actualidad y se abra hasta donde se dejen las mentes de algunos espectadores.
¡Oh, todo eso y la presencia de Sir ELTON JOHN, que si se descuida les roba la película a todos los demás!
Brindamos por la película, por sus actores y director, por sus guionistas y "por los viejos tiempos".
Con Martini, claro.
4 comentarios:
Me pregunto si los americanos de la peli harán bromitas acerca de los británicos pidiéndoles ayuda.
Se hace bromitas sobre TODO. Toda una liberación el tener un humor sin límites, y lo iluminador que eso resulta...
Si con el villano de la 1, Valentine, interpretado por Samuel L. Jackson, ya concordaba bastante en sus opiniones sobre el calentamiento global (si bien no tanto con sus medidas para contrarrestarlo... aunque igualmente opino que los humanos ya somos una especie de plaga para nuestro pobre planeta), así como lo platicas, no puedo esperar a ver con que discurso me va a salir la villana de Julianne Moore.
Y lloré a morir con la muerte de mi querida Gazelle, por lo que ya voy preparado con pañuelos en caso de que me hagan lo mismo con el secuaz del brazo robótico, que se nota será otro fanservice de los grandes.
-Taikun
Saludos:
Disfruté como un loco de la primera parte. Anoche fui a ver la segunda y lo cierto es que me ha defraudado bastante:
Muertes absurdas (supongo que Mark Strong y Sophie Cookson quisieron acabar con su participación visto el desastre), personajes que en la primera funcionaban porque eran muy secundarios y en esta sólo ralentizan (princesita), malos de opereta (tanto la evil genius como su esbirro no les llegan a la suela de los zapatos a Valentine y Gazelle, y eso que la segunda no tenía pies), planes repetitivos, uso y abuso de las luchas a cámara lenta-rápida, personajes reclamo que desaparecen a mitad de película (Tequila), los Statesmen no tienen ni la clase ni el carisma de los Kingsmen (sus nombres en clave o el bombín de Channing Tatum), Elton John desatado...
Normal que defiendan la legalización de las drogas -con argumentos de parvulario- porque da la impresión de que tanto los guionistas como el director las usan en cantidades industriales.
Juan Constantin
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