He estado viendo los episodios finales de la "fracasada" Beware the Batman, los que emitieron al final en un horario ridículo...
Aunque tengo que reconocer que las tramas y la acción, en ocasiones oscura, lo hacen difíciles de ver aguantar con atención a ratos, estamos sin duda ante la mejor y más conexa expansión del personaje desde la serie de Timm.
El propósito de usar a villanos no habituales -aunque no menos personales- y las nuevas coordenadas del personaje, con Alfred como mentor y Katana como compañera nos revelan facetas interesantísimas de Batman que en muy raras ocasiones han sido exploradas en los cómics, pero que están ahí, esperando que creadores como los de esta serie las hagan florecer.
La primera temporada termina con una historia en tres episodios protagonizada por Ra's Al Ghul, que culmina todas las tramas y que ahonda en el pasado de Alfred (convertido en un Sir Nayland Smith) y Katana.
Esta genial versión de Al Ghul está totalmente inspirada por Fu-Manchú y Christopher Lee, y es un gusto ver como hondea su capa cual la de Dracula cuando el personaje se mueve regiamente, como corresponde.
Una aventura totalmente Pulp y que devuelve a los personajes a sus raíces, actualizando la vieja "Yellow Menace".
Ra's reúne a todos los villanos de la primera temporada y los creadores aciertan al hacer que se peleen más entre ellos que contra Batman.
Bastantes de ellos regresan para nuevos episodios, totalmente consolidados y esperando -¡ay!- que guionistas inteligentes los introduzcan en los cómics de Batman, aunque estos personajes y enfoques no pueden ser más antitéticos a New 52.
Da gusto ver como el episodio que introduce a Killer Croc contiene una pelea entre el y Batman en un ring, recordando los orígenes del villano en la lucha libre: Estos señores hacen sus deberes...
Una agradabilísima sorpresa es la aparición del Manhunter original, Paul Kirk, que no lleva el uniforme de Simonson, pero que no por ello deja de luchar contra The Council y los clones que han fabricado de él.
El particular Anarky de esta serie, un anti-Batman que es sin duda un homenaje a Moon Knight, tan desequilibrado como él, juega un importante papel en la segunda parte de esta temporada, donde los personajes se alían e interactúan entre ellos dándole una mucho mayor complejidad.
El fiscal Harvey Dent apaece como secundario persiguiendo furibundamente a Batman, y caminando paso a paso a su fatídico final, que en este mundo es algo diferente.
El momento en que la existencia de Two-Face es revelada es una de esas pequeñas genialidades, con unos diálogos inolvidables.
En esta serie se comenzó a desarrollar al personaje de Deathstroke separado ya del mundo de los Teen Titans. Aquí tiene un origen algo diferente, ligado al pasado como espía de Alfred, y es una especie de proto-Batman que se ha pasado al lado oscuro.
No obstante toda su trama, aunque algo previsible es respetuosa y conexa con el personaje.
A Batman no le faltan aliados, y Metamorpho regresa para formar equipo con Batman y Katana, apuntando al lógico y ahora CONDENADO futuro de la serie, de haberlo tenido.
Vemos también como Barbara Gordon inicia su relación con el Murciélago, y protagoniza algunos grandes episodios, convirtiéndose directamente en Oracle, aunque quien sabe donde hubiera llevado su historia.
Manbat es otro de los anti-héroes introducidos, en esta ocasión gracias a los planes del Doctor Pyg, que aún reimaginado como un fanático defensor de los animales no es menos temible en esta serie de cómo Grant Morrison lo concibió.
Grandes episodios que conducen in crescendo hasta un final precipitado, aunque excelentemente coreografiado: No dejéis de verlo.
Y ahora nos queda esperar ver bajo que encarnación retorna Batman a los dibujos, y si lo hace con la capacidad de vender juguetes.
En eso esta serie ha fracasado, pero solo en eso.
1 comentario:
la serie tenía buena pinta, pero esa animación 3-d me parece horrorosa
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