Los objetivos trans-media de la mayoría de los cómics que se publican hoy en día le confieren un carácter episódico a las aventuras: Definido el tono, el scope de las mismas, se recurre como en la televisión más clásica a una fórmula repetida hasta... la cancelación del show por baja audiencia.
El caso es que Kirkman ofrece más de lo mismo: más ladrones, más mafiosos, más robos a lo "Ocean's Eleven", más familias disfuncionales...
Entretenido, pero suena a ya visto. Esta hecho con esa intención.
Es curioso que a la ficción sobre los habitantes de los "bajos fondos", que muchas veces están en las más "altas esferas", se le considere "ficción" cuando, por desgracia, tiene cada vez más presencia en la realidad de TODOS.
El caso es que lo que también se mantiene constante es el talento de Martinbrough, que es capas de ser a la vez clásico y moderno, sólido y entretenido, y que casi está pidiendo guiones que le permitan desarrollarse más como artista.
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