lunes, 5 de diciembre de 2022

PACO ARELLANO: EL SANCHO PANZA DE LAS GALAXIAS

Entre otras muchas cosas que yo por desgracia ignoro, Paco Arellano poseía una de las mayores colecciones de Literatura de CF y Pulp de España. 

Comentaba Maria Amparo, esposa y compañera de Paco, la anécdota de que, hace años, un coleccionista -"de cuyo nombre no quiero acordarme", y de facto, no me acuerdo- le dijo años atrás, visitándola: 

"El día que falte Paco, ya hablaremos de lo que te voy a comprar". A lo que ella, señalando lo inoportuno de la oferta, respondió: "¡Pero si está aquí delante...!"
   

Paco Arellano falleció el pasado sábado. 

Y ya me imagino yo a los "buitres" revoloteando por encima de Colmenar Viejo, al olor del humo de su incineración. (¡Cuidado con el casco, Paco, asegurate de que también se consume, no dejes abyectas secuelas! Al Lado Oscuro, ni agua...) 

Y es que los aficionados a la CF, entre  los de otras muchas aficiones, solemos carecer de las habilidades sociales mínimas. 

Hace apenas cinco años que lo conocí, en una de esas para mi cruciales charlas que organizó Maica Rivera en la Revista Leer. 

Sus ediciones las conocía de antes y, hasta el día de hoy, ni he tenido dinero para comprarlas ni mucho menos tiempo para leerlas con la atención debida, (salvo algún volumen que el mismo me regaló para que reseñase aquí).  Y tal como están las cosas, me voy a morir yo antes de poder hacerlo.
   

Creo que no hemos coincidido en más de tres o cuatro ocasiones, y sin embargo Paco, detrás de esa apariencia de gruñón inamobible, exhudaba un amor por la Literatura y el Género y una afabilidad y honestidad -ya tan rara- de los que son una persona de una pieza. 

Erudito irremplazable en su campo, Paco amaba la Ciencia-Ficción en sus orígenes, la de cohetes cromados, planetas imposibles, bestias de nombres impronunciables, amazónicas reinas estelares vestidas con tenues velos y triunfantes aventureros de nombre aliterado más impolutos que los sheriffs del Western clásico.
 
La había leído toda con esa pasión y ansia de completitud que a los aficionados nos hace perder el tiempo en consumir hasta la última página de aquello que nos interesa aunque lo sepamos de mucho menor valor que otra cosa diferente que nos hubiese enriquecido mucho más.


Por eso su gloriosa obsesión para rescatarnos de todo eso lo mejor, una labor totalmente incompleta que esperamos concluyan otros editores. 

Ajeno a los posteriores usos de la Literatura para especular temas sociales, disfrutaba de ella como mera fantasía escapista, algo básico y digno, casi infantil, que nos habla de nuevo de la sencillez de su alma. 

 Toda una vida en el fandom español y como editor, su trabajo como editor en Miraguano y posteriormente en su propio sello La Biblioteca del Laberinto es absolutamente invaluable para quienes creemos, cada día más, que es en la ficción y no en la realidad donde se destila lo mejor del espíritu humano.
    

Su revista Delirio muestra la amplitud de sus gustos y conocimientos -y sus cifras de venta, que en España estamos mucho menos civilizados que los cavernícolas de Burroughs. 

No puedo olvidar su labor recuperando autores españoles de Ciencia-Ficción. Impagable, por que de poco o nada sirve que escribas si nadie te recuerda. Con todo el respeto a sus escribas, la CF española LA HA CREADO PACO con sus ediciones. 

En este mundo en el que todos encontramos razones para convertir al otro en oponente y hasta némesis, aún sin compartir los heredados presupuestos ideológicos de Paco, yo no podía más que sentirlo muy próximo, como un hermano. 

Me queda el consuelo de disfrutar de su sobrino Guillermo Mas, que ya le echa la pata al tío en erudicción.
   

En el volumen de Graphiclassic dedicado a H. P. Lovecraft a la vez que el negaba con su socarronería habitual cualquier relación de la obra de este con Aleister Crowley, yo defendía a capa y espada la impepinable -y hasta ahora ignorada- interpretación hermética de los escritos del de Providence.

Pero por encima de las lecturas que cada uno pueda hacer, y que en realidad nos vienen dadas por nuestras propias biografías y caracteres, el respeto, la admiración y el cariño que le he tenido eran tan grande como el "agujero negro" que ha dejado a su marcha, cuando por fin ha encontrado entre su codiciada Biblioteca la salida al Laberinto que siempre estuvo ahí pero el, que tenía mucho por leer, no quiso ver antes. 

Don Quijote y Sancho Panza. 

¡Ya verás que chasco se lleva ahora, cuando descubra que los Molinos de Vientos Solares de Andrómeda son también...GIGANTES (GASEOSOS)...!
   
P.S.: Luis Alberto de Cuenca, a quien conocía en el mismo evento, le dedicó este soneto en una ocasión en la que, en un momento de necesidad, Arellano acudió a su rescate. 

Por que los amigos solo lo son si están cuando los necesitas. (¡Que pocos poemas voy a poder escribir yo!)

Sin mujer, sin amigos, sin dinero, 
loco por una loca bailarina, 
me encontraba yo anoche en una esquina 
que se dobla y conduce al matadero. 

Se reflejó una luz en el letrero de la calle, 
testigo de mi ruina, 
y de un coche surgió una gabardina 
y los ojos de un tipo con sombrero. 

Se acercaba, venía a hablar conmigo. 
Mi aburrido dolor le interesaba. 
Con tal de que no fuese un policía… 

«Somos el sueño de una sombra, amigo», me dijo. 
y era Bogart, y me amaba; 
y era Paco Arellano, y me quería.

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