La historia es como sigue: Cuando Monty Python intentaron producir LA VIDA DE BRIAN, se quedaron de repente de financiación y sin nadie a quien recurrir, todo el mundo estaba escandalizado por el proyecto que parodiaba la vida de Jesús: "Era como intentar venderles Spingtime for Hitler" bromea uno de ellos.
Así que terminaron acudiendo al ex-Beatle George Harrison, que junto a un socio especializado en labores financieras y legales les consiguió la financiación, pues era ya fan de la labor del grupo de cómicos...¡y quería ver la película!
Así se consolidó una colaboración que casi salvó al cine británico en un tiempo -los setenta- en el que casi no se producían ya películas, dando lugar a toda suerte de films, muchos de ellos premiados o de culto.
Los Monty Python pronto partieron peras con la productora, pero esta siguió adelante, incluso expandiendo sus operaciones a Hollywood y otras latitudes.
Y con el crecimiento, claro, vino la falta de control y la pérdida de los valores de calidad que hasta entonces la caracterizaban, con algún que otro desastre en la taquilla.
Finalmente Harrison disolvió la empresa pues había dejado de ser divertido hacer películas, pero estas aún son recordadas con cariño y admiración por los aficionados como un momento irrepetible del cine británico.
El magnífico documental cuenta con declaraciones de todos los involucrados y es casi tan divertido y creativo como cualquier otra película de los Python.
¡VAYAN A VERLO!
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