El chaval está muy integrado ya en la tribu troglodita -no echa de menos su móvil-, pero el menú "crudivoro" parece que no es muy de su gusto, por lo que les va a ayudar a descubrir el fuego.
El tomo incluye una escena que no se yo como de apropiada es para un cómic juvenil: unos especiales conejitos de este mundo antediluviano tienen el poder de causar..."estados alterados de conciencia".
¡No lo hagan en su casa, por si acaso!
Especialmente disfrutable el espectacular, ágil y divertido dibujo de Bocquet, los jóvenes igual no pueden apreciarlo, pero los mayores seguro.
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