No puede ser más oportuna esta película cuando la manera en que los políticos MIENTEN RECURRENTEMENTE y usan su poder e influencias para evitar consecuencias que harían caer fulminado al ciudadano medio.
Cuando se prepara para presentar su candidatura a presidente, Ted Kennedy, único hijo superviviente del clan, sufre un accidente de coche en el que fallece su copiloto, una secretaria anónima con la que quizás tenía un affaire.
El político huye de la escena, cayendo en omisión del deber de socorro, y tardando horas en denunciar el suceso.
A partir de ahí, su equipo (abogados, doctores, periodistas, publicistas, etc, etc, etc....) trata de retorcer la verdad para sacarlo del aprieto en el que se ha metido y salvar su carrera política, lo que sin duda la historia acredita que lograron.
Bajo esa historia QUE TODO EL MUNDO DEBERÍA VER, se encuentra una tragedia personal, la del hijo atrapado en un papel -heredero de la mítica saga de "realeza americana"- que nunca deseó.
Es especialmente impresionante la aparición del patriarca Kennedy que, aún a las puertas de la muerte y paralizado por un derrame, maneja la carrera de su hijo de una manera IMPLACABLE, sin importarle los costes personales y humillándolo al extremo.
Una absoluta desmitificación de esa legendaria familia que, COMO TODAS LAS PODEROSAS, no tienen otra manera de conservar su estatus e imagen que con métodos mafiosos.
No queremos contar nada más, pero la manera en que el personaje duda entre hacer LO QUE LE MANDA SU CONCIENCIA y lo que los demás esperan de el, está magistralmente mostrado.
ASÍ SE ESCRIBE LA "HISTORIA".
No hay comentarios:
Publicar un comentario