Consideramos que esta es una de esas películas que antes se llamaban "de Arte y Ensayo".
No es para todos los públicos y no es, definitivamente, para quienes quieran pasar un buen rato en el cine.
El director griego, Lanthimos, consigue un sofocante, delirante e intrigante film que explora la relación de un exitoso médico y su familia con un joven que padece alguna clase de retraso mental o problema psicológico.
La manera en que dirige, los forzados ángulos, la música, el ritmo, nos hacen ver una realidad fría, deshumanizada, tal y como la podría percibir un perturbado o un psicópata.
Un mundo en el que solo pueden ocurrir malas cosas y, en efecto, acaban ocurriendo.
La película se desliza entonces en un terreno surrealista y sobrenatural, que poco a poco se ha ido provocando al alterar en pequeños detalles lo que suponemos que sería el comportamiento normal y lógico de esos personajes.
Dijérase que el director nos sumerge en la mente del chico deficiente, convertido a su vez en una suerte de demiurgo vengativo.
Y es que si alguna lección podemos sacar del visionado es que tras casi todas las historias de ÉXITO como las de los protagonistas se esconden OSCUROS SECRETOS y sus aparentemente perfectas vidas no nos resultan envidiables sino repelentes e insoportables.
Grandes actuaciones de todos los actores, a destacar la de Barry Keoghan que hace una magnífica interpretación del chico problemático y difícil, haciéndonos sentir toda suerte de emociones, y ninguna buena.
Así que si estás cansado de BLOCKBUSTERS y quieres un desafío intelectual, esta es tu película.
A nosotros nos queda la sensación que, de alguna manera, los horrores que se acaban contando no son más que una metáfora de algo aún peor que no alcanzamos a intuir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario