viernes, 4 de abril de 2014

NOÉ: LA BIBLIA PASADA POR TOLKIEN...¡E ILUSTRADA POR LIEFELD!

El Noé de Aronofsky va a dejar bastante perplejo a quienes solo conozcan el relato bíblico de pasada.

Resulta que lo de montar animales en el Arca y salvarlos le resultaba un poco soso al director, por lo que ha decidido aderezarlo con textos bíblicos apócrifos, como El Libro de Enoch, que amplían las menciones que se hacen en La Biblia sobre Ángeles Caídos y su interacción con la Humanidad pre-Diluvial.

Muy interesante la manera en que se muestra la Caída de estos a la Materia, y como quedan allí atrapados, aunque semejantes sutilezas de corte gnóstico no van a a ser digeridas muy bien por el cristiano medio.


Menos aún cuando se elige mostrar a estos "Watchers" -los Nephilim bíblicos- como gigantes de piedra que colaboran en la misión de Noé como si se tratase de "Ents", los gigantes arbóreos de los relatos de Tolkien.

Tolkien ya tiene su propio "Diluvio" -Akallabeth, el hundimiento de Númenor- y si se quería adaptar la Biblia hubiese sido deseable ser algo más fiel al imaginario de Oriente Próximo y de los Judíos.

Ahora, que las veleidades fanta-científicas son hasta perdonables comparadas con las MORCILLAS ARGUMENTALES que meten con tal de alargar la película una vez ha comenzado a llover.

(SPOILER!)

Dentro del Arca, Noé enloquece, pelea con sus hijos, quiere asesinar a sus nietos, y hasta lucha a muerte con un malvado polizón que se le cuela a bordo.

(FIN DEL SPOILER)


No es un currículum muy decente para el Padre de la presente Humanidad.

Un poquito menos de "culebrón psicodélico" y más rigurosidad y solemnidad no hubieran venido mal. Esa parte final hace NAUFRAGAR, sino al Arca, a la película entera. Insoportable.

El director por lo tanto es fiel hasta donde quiere -reflejando el inoportuno e incomprensible episodio de la borrachera de Noé- y por lo demás pega, junta e inventa con una nula sensibilidad mitológica y dramática, como un Peter Jackson cualquiera.

En el lado positivo, las bellas estampas de los sueños de Noé y el Mundo Primordial.

La idea de que el mundo anterior es consumido, como este, por la explotación industrial del mismo.

La temible sugerencia de que la Humanidad condenada tiene demasiado en común con la presente.


La lógica conclusión de que Dios es un "Deus Otiosus", alejado de un Mundo que funciona según sus propios mecanismos predeterminados.

El papel de Anthony Hopkins como Matusalem, un chamán lleno de sabiduría, avatar divino escondido en su cueva en la Montaña, que vive su laaarga vida momento a momento y no se inmuta por la llegada del Fin, pues sabe que solo se trata de un Nuevo Principio.

Y la curiosa "Meta-Mitología Cinematográfica" que acaba con "Odín" devorado por su Ragnarok y "Jor-El" salvando a la Esperanza de un Nuevo Mundo.

¡A ver si todas las historias van a ser LA-MISMA-HISTORIA...! ;-)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

SPOILER quiero pensar que el "culebrón psicodélico" era para mostrar la debilidad humana de Noé. De todas maneras a mi no me molestó. Lo que si me sorprendió es que se atreviera a poner a los Nephilim y la borrachera de Noé, y sin embargo solo a un hijo de Noé, Shem, se le muestra casado.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Hombre, digo yo que si Dios escoge a un salvador, no lo escogerá por DÉBIL.

Para la que monta luego, que se ahogue con los demás. ;-))

Krueger dijo...

O sea, que lo ha tratado como simple mitología. Pues vale.

"digo yo que si Dios escoge a un salvador, no lo escogerá por DÉBIL"
Reconozco que no he leído la Biblia entera, pero la principal diferencia que he notado entre los personajes judeocristianos y los de otras mitologías es precisamente la debilidad por bandera. Ya sabes, para que Dios quede bien a pesar de ser un maníaco genocida.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Dios queda siempre bien. Aún cuando los escritores lo retratan como maniaco homicida.

Si no, no sería Dios.

Tofino dijo...

Cualquier personaje bien escrito queda bien xD