Y he ahí lo sorprendente.
El parque de Chelsea Pier es una nueva zona moderna, un hermoso lugar de paseo junto al río.
Aquello del fondo es New Jersey, ese sitio que en los cómics siempre es nombrado con burla y que al parecer huele muy mal.
También allí tienen sus rascacielos.
Los antiguos muelles de carga de Chelsea han sido transformados en áreas deportivas donde practicar ¡¡golf!!
High Line Park es una antigua vía elevada de transporte de mercancías que ahora ha sido convertido en un parque.
Imaginaos como dormiría el que viviese en ese edificio cuando la vía aún funcionaba...
Ahí podéis ver las antiguas vías, entre unas hierbas que en este cálido Febrero neoyorquino apenas comenzaban a reverdecer.
Y es que el Meatpacking Distric, antiguo lugar de industrias cárnicas que abastecían la ciudad es ahora la zona más "chich" y de moda, y este parque el símbolo de sus habitantes.
Ayer mismo descubrí que el último número de Avengers: Children's Crusade transcurre allí. ¡Si lo se me tiro más fotos!
Un genial detalle de Heinberg, el asociar a los Young Avengers con esta moderna área.
Muchos de los que paseaban por allí eran turistas que, como nosotros, se sentían seguro privilegiados de poder disfrutar de una de las últimas zonas "vírgenes" de Manhattan en un tranquilo y soleado día.
Esos bancos van en las vías y son móviles. Con un clima tan revuelto, los neoyorquinos aprovechan para ir allí, tomar su almuerzo y ponerse morenitos.
Por cierto, que ¡en los parques neoyorquinos no se puede ni fumar!
Ahí tenéis una industria cárnica de las que daban nombre al distrito.
Y por aquí regresamos de nuevo al nivel de suelo, continuando el paseo por el comienzo del Village.
Los rayos de sol hicieron que apareciesen algunos neoyorquinos tomando su inseparable café sentados en la calle.
Aquí abundan las pequeñas tiendas con preciosos escaparates.
Este es el comienzo de Bleecker St., que desemboca en Washington Sq.
Esta extraña puerta tapiada tenía una fecha en español. Curioso encontrar una entrada a ninguna parte de hace dos siglos en el barrio del Doctor Strange.
Las bocacalles muestran tranquilas zonas residenciales de habitantes que seguro están orgullosos de vivir en esta histórica zona neoyorquina.
No podía faltar en el tour una foto de un coche de policía. Aunque jaleos vimos bien pocos.
De nuevo, la magia de Village: "Gana un viaje al TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS". De ida solo, supongo.
Esta panadería italiana tenía unos excelentes bocadillos con los que reponer fuerzas.
Y, lo creáis o no, esa casa es la de una Vidente.
Al Maestro de las Artes Místicas le está saliendo competencia en el barrio.
En resumen, el paseo por Bleecker y alrededores, esta vez sin ráfagas glaciales, es algo realmente disfrutable.
Uno podría imaginarse viviendo allí.
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