DV8: GODS AND MONSTERS

Algún día alguien debería escribir la historia de TODOS los personajes que Image lanzó en su momento, el 95% de los cuales fracasaron horrible y merecidamente.

DV8 aparecieron en su día como el grupo opuesto a Gen 13, jovenes generactivos manipulados por la malísima Ivana Baiul.

Ya en los '90 Warren Ellis los relanzó a la vez que comenzaba su Stormwatch, con dibujos de Ramos. pero a diferencia de la otra -y en ausencia de Hitch- la serie pasó absolutamente desapercibida. Y es que hubo un tiempo en que todo guionista, hasta Ellis, la cagaba.

Así que no se donde leo que la miniserie que Wildstorm les acaba de dedicar tras muchos años de olvido, al mismo tiempo que cancela su propio sello, tiene bastante calidad o supone un enfoque diferente. Total, que me pido el tomo...

¡¡Y poco menos que me he quedado con las patas vueltas!! Para empezar, salta a la vista el inmenso descubrimiento de Rebekah Issacs, una artista más completamente formada que Atenea saliendo de la mente de Zeus. Y que para colmo, tiene un deje a Hughes o Woods o esa familia de artista que tanto me (nos) gusta.

Impresionantes splashs e impecable planificación y narrativa. Con la de inútiles que hay dibujando todos los meses sin que su estilo llegue a nada, es casi un milagro encontrar a alguien que ni siquiera necesita esa formación y que tiene ese nivelazo desde su primer trabajo (el primero popular, claro).

Y luego está la historia, que es de Brian Wood, guionista más que afianzado en Vertigo pero que yo apenas he leído, pues sus Northlanders (que acaban de ser cancelados) me dejaron un tanto frio.

La historia no puede ser más original o mejor contada: Los personajes aterrizan en un lugar desconocido, estilo "Lost", donde acaban encontrando diversas tribus que los adoran como a dioses, lo cual les acabará suponiendo toda una transformación personal, para bien o para mal...

Creo que la historia comienza mucho mejor que acaba, pero no obstante es una absorvente lectura. Atentos por si lo publica Norma.

Así que tras este descubrimiento, lamento profundamente que no se haya concretado el que Wood se convirtiese en el guionista de la nueva Supergirl, y lamento mucho más que Issacs no se convierta en dibujante DE LO QUE SEA.

Un amargo recuerdo de que los autores no, ya buenos, sino prometedores, rehuyen a la nueva DC, que se tiene que conformar con los segundones que nadie más quiere.