Imaginaos que en el mundo del cine existiesen grandes actores y guionistas, pero no hubiera grandes directores, ni Spielberg, ni Coppola, ni Allen, que todos fueran una especie de "Ed Wood" o en el mejor de los casos productores de blockbusters de verano. ¿Catastrófico, no...?
Pues esa es la situación de los comics: Grandes guionistas, mejores dibujantes pero no hay editores que sepan aunar los esfuerzos de ambos en el resultado de grandes comics.
Considero que los españoles, tras años y años de no ver aparecer a los editores acreditados en los comics, todavía infravaloramos el valor crucial de su trabajo, confundidos por la palabra "editor", que implica que son los que reescriben los guiones y le dan su forma final, además de coordinar y planificar todo el proceso creativo. Como un director de cine, vaya.
Escribí este artículo en la esperanza de que, con la reestructuración de DC que siguió a la compra por Disney de Marvel, se librasen de Dan Didio como en su día ocurrió con el nefasto Bill Jemas.
Como ya sabreis, Didio ha sido ascendido a co-Publisher. Cabe esperar que al estar más alejado del día a día, y por compartir cargo con Jim Lee, se note menos su particular influencia. En lo que si acerté es en el ascenso de Geoff Johns, en principio una buena noticia.
En Marvel, tanto Brevoort como Wacker también acaban de ser ascendidos, únicos editores premiados por su trabajo. Así que no iba yo muy errado...
Como fan del POTENCIAL de DC que soy, siento mucho que en lo que llevamos de blog no esté quedando muy bien parada. Pero son los tiempos que corren. Invito a los fans y lectores de DC a que me dejen por mentiroso. Je, je...
Dicen por ahí que “el articulista anteriormente conocido como el POLÉMICO Pedro Angosto” ya no lo es tanto. No se debe a que me haya edulcorado con la edad, aunque uno aprende a tomarse los berrinches mensuales con más paciencia, y ver pasar por su puerta el cadáver de su enemigo (del enemigo de los buenos cómics) ; más bien se trata de que los editores americanos están empeñados en emular a Paco Martínez Soria en “Don Erre que Erre” y la verdad es que a uno le resulta cada vez más difícil encontrar epítetos para calificar según que comportamientos, decisiones, directrices, direcciones y criterios editoriales a todas luces incomprensibles. O la falta de los mismos, mas bien.
Hagamos un flashback como los de Sofía Petrillo en “The Golden Girls”:
New York. 1965. Supongamos que a uno de esos chavales de “The Wonder Years” le cae en las manos un tebeo de su vecino que de tanto leerlo y prestarlo ha perdido la portada y hasta las páginas de créditos. Sin embargo, a pocos tebeos Marvel o DC que haya leído, no le costaría ni tres viñetas saber si el tebeo está editado por Stan Lee, Heraldo de la Era Marvel, o por Julius Schwartz, Reinvertor de DC y su Edad de Plata.
El estilo editorial de Lee, percibido a través de sus guiones es absolutamente inconfundible: Su uso de diferentes “speech paterns”, la característica forma de hablar de cada personaje (algo en realidad que ya introdujese Jack Kirby al caracterizar a los diferentes miembros de sus bandas juveniles en los años 40), su recurso a subtramas personales, tensiones románticas heredadas de los comics de amor de los 50, sus héroes con los pies de barro, su grandilocuencia, sus citas bíblicas parafraseadas en los títulos de los cómics, su humor, su revolucionario uso de personajes y secundarios de otras series que hicieron germinar el Universo Marvel como una realidad secundaria compartida totalmente plausible, la ubicación de los personajes Marvel en escenarios reales de New York… Etc, etc, etc, etc…
El estilo de Schwartz, mucho menos conocido aquí dado que solo se ha editado una fracción mínima de su obra (desde aquí animamos a Planeta a seguir con la recuperación de la crucial y definitoria Silver Age de DC), no es ni un ápice menos característico: Referencias constantes a la Ciencia-ficción de la que procedía, centenares de planetas de tres sílabas (Thanagar y el resto del ignorado cosmos DC), ciudades imaginarias, interés en los argumentos con sorpresa final, deficiente caracterización de los personajes protagonistas que son intercambiables, novias de los héroes independientes y modernas que acaban conociendo su identidad, villanos que aparecen una sola vez y casi nunca repiten, dimensiones paralelas y mundos alternativos, viajes en el tiempo, historias que siempre contienen algún curioso dato histórico o cultural de origen enciclopédico, títulos aliterados de tres palabras :“Riddle of the Runaway Missile”, “Mistery of the Human Thunderbolt”, “The Case of...”, afán pseudo-científico en sus explicaciones, gorilas inteligentes en portada… Etc, etc, etc, etc…
La noche y el día, vamos. Elegir entre los dos es como querer más a papa o a mamá. Y por supuesto estas diferencias no se debían (únicamente) a trabajar en compañías distintas. Schwartz era absolutamente diferente a su colega Weisinger, que estableciese su cerrado mundo fuertemente interrelacionado en los títulos de Superman a su cargo, o a Bob Kanigher y sus repetidas fórmulas editoriales aplicadas con la misma cansina fijación tanto a Wonder Woman y los Metal Men como a los títulos bélicos a su cargo.
Bien, considero este punto de la argumentación suficientemente probado. Ahora, casi 50 años después, supongamos que borramos de los créditos de los cómics Marvel y DC los nombres de sus correspondientes editores. No creo que haya bicho viviente, y por bicho incluyo a los aficionados más recalcitrantes, informados, leídos e interesados que sepa determinar qué editor ha editado qué cómic.
¿Ha sido Mike Carlin? ¿Eddie Berganza? ¿Mike Siglain? ¿Mike Marts? ¿Adam Schlagman? ¿Joey Cavalieri…?
¿Ha sido Axel Alonso? ¿Nick Lowe? ¿Bill Rosemann? ¿Mark Paniccia? ¿Daniel Ketchum? ¿Jeanine Schaefer…?
Hombre, yo creo que si sabría localizar un cómic editado por Tom Brevoort, y quizás hasta de su protegido, Stephen Wacker que con tan buen pulso guía el Spider-Man semanal (ejemplarmente dialogado hasta el punto de causarme carcajadas, tenía que decirlo).
Los cómics de Brevoort si se distinguen, por su respeto al pasado, por su carácter coral, por su planificación a largo plazo, por su solventación de problemas de continuidad, por la calidad de los artistas implicados, por mantener un determinado estilo artístico en una serie aunque los artistas varíen, por trabajar con algunos de los mejores guionistas de la industria, por conservar la tradición del “Marvel Way”, por sus páginas de correo, por sus puntuales notas editoriales a cómics pasados, por realizar en definitiva un gran trabajo editorial que sirve de cimientos para que los guionistas y dibujantes lleguen aún más alto con su colaboración, y a la vez para que los personajes mantengan su interés no importa qué autores los estén realizando.
El que el resto de editores sean absolutamente intercambiables solo tiene una conclusión: No son diferenciables por que no tienen nada que añadir a los cómics. Particularmente, los editores DC, más también la inmensa mayoría de los guionistas de segunda que han quedado en esa editorial, añaden tan poco a las directrices editoriales de Dan Didio que uno lee los cómics prácticamente como si se tratase del memorandum de diez líneas que esbozan la línea editorial para todo el año. Guionistas y editores quedan convertidos en muñecos de ventrílocuo que mueven la boca mientras Didio hace ruidos guturales con su diafragma (si es que es su diafragma…).
¡Mira, el estilo editorial de Didio si que se puede distinguir a la legua!: Multisagas con spin-off que no tienen nada que ver con ellas, y que acaban apareciendo un año después, precuelas ilegibles que revientan la historia principal como si de Star Wars se tratase, cómics en que los guionistas son obligados a resolver argumentos que no pegan ni con cola, ilustraciones de promoción que encierran enigmas que luego no son incluidos en los cómics, series canceladas en más de tres ocasiones que siguen siendo promocionadas -como si los lectores no hubiésemos dejado ya clarito que no nos importan un bledo-.
Lanzamiento de series sin planificación alguna sobre su contenido, dibujantes que abandonan la nueva serie antes del segundo número, dibujantes de tercera división que se hacen con proyectos de los mejores guionistas, broncas con unos y con otros, profesionales condenados al ostracismo por oponerse a semejante caos editorial, cambios continuos de dirección en las series, despidos fulminantes de grandes guionistas que denuncian con total corrección lo surrealista de la situación, series que en su momento hicieron historia y que ahora languidecen mes tras mes sin dirección alguna… Etc, etc, etc, etc…
El mundo al revés ¿no? Uno diría que, más que Joker’s Daughter, es Dan Didio el que proviene de Tierra-3, el mundo donde TODO ocurre al revés.
Le tengo puestas dos velas negras en espera que, después de la fulminante destitución de Levitz (no nos dejemos engañar por los comunicados de prensa edulcorados, quitarlo de en medio de esa manera supone un desacuerdo total con la ineficacia de su gestión sobre DC estos últimos años en los que Marvel, una vez libre de Jemas, no hace más que darle una tras otra en la frente a DC, en los tebeos y en la taquilla, culminando con su compra por la Disney), Didio sea el siguiente en ser quitado de en medio por la nueva directiva DC.
Y por mi podrían hacer lo mismo con el resto de editores, por las razones ya expuestas. Los de Marvel también.
Ahora ¿a quien ponemos en su lugar…? Por que está visto que el buen hacer editorial es una profesión totalmente en desuso desde la muerte de Archie Goodwin.
Mi voto personal sería para Dwayne McDuffie, que no solo ha desempeñado ese cargo en Milestone sino que además es responsable máximo de la mejor versión del Universo DC, la de los dibujos animados de la Justice League. Imaginarlo haciendo algo similar con los cómics me hace babear de placer cual perro de Paulov.
O en su defecto, pues hacer oficial lo que ya es un hecho: Vivimos en el Universo DC de Geoff Johns: Su JSA, sus Titanes, su Hawkman, su Green Lantern y Flash, y ahora su Superman. Considero que su capacidad para coordinar diferentes aspectos del Universo DC estaría mucho mejor aprovechada a nivel editorial que como guionista de a pie, donde no pasa de ser correcto y bastante rancio a veces.
5 comentarios:
Pues de todo esto hablábamos el otro día con Bob Greenberger en la C-10. A la pregunta "¿quién decide qué le pasa a Batman o a los X-Men cada mes, el editor o el escritor?", el tío se me sonrío y se refirió a esta "pregunta con trampa" diciendo que en principio debería ser el editor, pero que hoy día demasiado a menudo existe la "necesidad" de plegar ante un determinado guionista estrella. El ejemplo vino a ser el desastroso desenlace de la etapa de Morrison en Batman, con la consiguiente descoordinación con los números de Paul Dini en la serie paralela. Pero Greenberger también utilizó el nombre de Morrison para ejemplos de lo bueno, y contó como él mismo le propuso en su día para escribir su famosa etapa en Doom Patrol. La verdad es que te hubiera gustado estar por allí, Pedro!!!
Si, Batman se muere como dos o tres veces en la saga R.I.P. y luego en Final Crisis (como si no pasasen ya suficientes cosas en FC para además tener que "matar" a Batman).
Cosas de Didio, que primero intentó recuperar a Barry Allen en Infinite Crisis, pero fue una falsa alarma, y luego hasta FC no lo pudo traer (como si el retorno de Flash tuviese algo que ver con la SUPUESTA historia de FC). Lo mismo con la muerte de los New Gods, hace todas las historias varias veces, como con "hipo".
La Doom Patrol, recogida en tomos americanos, está llena de algunos de los mejores conceptos de Morrison. Pero claro, con la fatal excisión de Vertigo todos ellos se han quedado por desgracia en el LIMBO.
Bueno, ya ves que me paso, a ver si me enganchas... ;)
¡Bienvenido, Jorge!
Hombre, yo creo que ya debes estar medio enganchado...¡Hay dos o tres dibujitos de Pérez! ;-)))
Ahora, si eres bueno y comentas en profundidad todos los post, le dedicaré uno para el solito, ea...
Entraba de nuevo a decir que habia leído hasta el post de mi adorada LEGIÓN DE SUPERHÉROES y que, por supuesto, ya estaba enganchado.
No soy yo demasiado de dejar post, aunque de momento has ganado un lector asiduo. Si no llega pronto ese post sobre PEREZ igual lo pierdes, jeje.
Y enhorabuena por el ritmo de post. Sé que exige disciplina, pero es importantísimo para los que seguimos algún blog.
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