CAPTAIN AMERICA: THE FIRST AVENGER

Lo decíamos con ocasión de X-Men: First Class: El arte de la "continuidad" ha abandonado los cómics para dar ahora sus mejores frutos en las adaptaciones cinematográficas de Marvel. Si Singer y los suyos lanzaron el guante a los Marvel Studios con sus X-Men, estos lo han recogido graciosamente y han abofeteado la cara de todos sus competidores realizando no ya una cinta con infinitos guiños a los lectores iniciados sino además una película que puede resultar tan atractiva para el gran público como el propio Indiana Jones al que constantemente homenajea.

Destaca como siempre en los films de Marvel la fildelidad al pie de la letra a los orígenes impresos del personaje, que no siendo absoluta si respeta Y MEJORA el espíritu de la misma.

Y unido a eso, la fidelidad al UNIVERSO CINEMATOGRÁFICO que va haciendo encajar las piezas del puzzle con una precisión matemática aumentando la diversión para propios y extraños (lo hemos dicho aquí, lo repetimos, la continuidad nunca resta, siempre suma).

Por último, la habilidad de los guionistas y el director para, respetando el material de partida (básicamente, la versión de Nicieza/Maguire SENTINEL OF LIBERTY), corregirla mínimamente para logra la estructura dramática y el empaque que requiere una nueva audiencia.

Y así, siguiendo este esquema, me parece absolutamente brillante el unir el "Teseracto"/Cubo Cósmico a la mitología nórdica, retrotrayéndolo a la Piedra Filosofal en la que se inspiró Kirby en su día. Tengo que reconocer que cuando Red Skull dice "...Y mientras tanto el Führer buscando baratijas en el desierto", en obvia referencia a cierta aventura contra la Familia Jones -que a la postre, igual son en este universo el abuelo y padre de Rick Jones-, yo ya estaba absolutamente rendido a la película y sus creadores.

Ya comentamos que la idea de unir la obsesión mitológica de los nazis con los enemigos del Capi es algo que Marvel ha aplicado sistematicamente en todas sus creaciones: películas, dibujos animados, cómics...

Y si quedaba algún aficionado -a los cómics y a las películas Marvel-, tras los guiños/conexiones con Thor viene la escena de la World's Fair (retrasada dos años en la ficción, 1943, para situar la acción más cerca del fin de la Guerra), con esa entrañable aparición Howard Stark siendo "his son's father", y flirteando mientras inventa el futuro como su hijo Tony. Recordemos que la World's Fair formaba parte del argumento de Iron Man II. Y para los atentos, encerrada en su cubo estanco para que arda en llamas, la creación del Profesor Horton, la Antorcha Humana original, tal y como la vimos en aquella escena de MARVELS.

Stanley Tucci sabe, en su corto papel, encandilar a los espectadores que sentirán su rápida muerte, que acabará por definir al personaje. Como en el cómic, su fórmula del Supersoldado más los "Vita-Rayos" son los que obran el milagro. La presencia del futurista Stark hace que toda esa tecnología de serial ciematográfico resulte a todos plausible.

Quizás el aspecto que me resulta más molesto del guión es esa manía de los guionistas de convertir sistemáticamente al oponente del héroe en su reflejo oscuro, compartiendo un mismo origen, aunque en esta ocasión, siendo Erskine un aleman exiliado, queda más plausible que Red Skull sea un proto-Capitán.

Magnífica la escena de la persecución del espía por Brooklin, que sirve para mostrar los nuevos poderes del personaje, además de enmarcar indeleblemente la acción en la América de los '40, mostrando por ahí esas pandillas de niños, "Our Gang", en la que el joven Jack Kirby luchaba contra los matones mano a mano con "Alfalfa" y la Newsboy Legion.

La viejecita de la Tienda de Antiguedades también sale en la historia original, aunque allí es solo un disfraz de una joven agente, la que luego inspirara el papel que aquí hace Peggy Carter.

En esta escena también queda claro el homenaje a los serial y a sus "Cliffhangers", a la fantasía de los pulps, sus villanos "over the Top" y sus héroes inmaculados.

Al fin y al cabo, el Capi no es más que un cruce entre un "deshechizado" Capitán Marvel y el origen fanta-científico de Doc Savage.

Cumplido el trámite del origen, la película cobra carta de naturaleza -e innova- con la siguiente escena, que en mi opinión, por su lógica y verosimilitud, ancla en la mitología AMERICANA indeleblemente al personaje y la cinta.

Me refiero a Steve convertido en lugar de en aventurero y supersoldado en "mono de feria" y vendedor de bonos de guerra como los chicos de "Banderas de nuestros padres" o los Young All-Star de DC.

El director se "mofa" así del traje original, para hacer más plausible la versión posterior, que a mi juicio se pasa mucho con las correitas grises. No me cabe duda que se podría haber conseguido algo más fiel al cómic sin que quedase tan ridículo como esta caricatura. De hecho, la versión "de Hitch" con casco, en su primera aventura, me parece más correcta y estética que la definitiva. Nadie es perfecto...

Y así, vemos homenajes al famoso puñetazo a Hitler, a sus cómics, acompañada por esa genial banda sonora de Silvestri -creo que la mejor de todas las películas Marvel-, mientras toda la sala de cine, espectadores propios y extraños, se carcajean con los diálogos de esta película, para mi también los más inteligentemente escritos de todas las adaptaciones, al nivel de ese seductor que es Tony Stark como personaje.

Es un placer añadido ver a las "masas" sonriendo  ante nuestra secreta, minoritaria afición.

Y es que aunque Chris Evans no desmerece para nada en su papel de "All-American Boy", es esta una película coral donde todos los papeles contribuyen al éxito final.

Todos nos ponemos firmes ante un Tommy Lee Jones uniformado. Por cierto: ¿Se llama Duffy el sargento que en Camp Leigh les ordena conseguir la bandera...?

La presencia de Arnim Zola, de quien se respeta hasta sus orígenes suizos -recordemos que él comenzó siendo un alquimista medieval- da un interesante "sidekick" a Red Skull, que es retratado mientras escucha, como no, a Wagner, y a quien los creadores del filme deciden, con bastante acierto, separar del nazismo para tornar a HYDRA en una amenaza aún más temible: Si los soldados americanos acaban con los nazis, el Capi es necesario para burlar los planes de su opuesto.

Poco importa pues en el film que Bucky ya fuese amigo de Steve antes de la transformación, le da al personaje la ocasión ideal para probar su verdadero potencial y muere una dudosa muerte para hacerlo recuperable en futuras cintas del personaje como Winter Soldier.

Los Howling Commandos no son nombrados como tales, ni tiene Sargento Fury -a menos que Gabe Jones no se llame así, y sea el padre del Ultimate Nick Fury-, pero si representan fidedignamente al grupo original: Dum Dum, Jones, Percy Pinkerton -sin pluma, eso si-...

Marvel sabe aprovechar totalmente la riqueza de su universo para posibles spin-offs, algo que resulta mucho más agradecible tras el cercano "fracaso" del Green Lantern de DC en este aspecto.

Y es tal la verosimilitud y certeza del origen del personaje que sin duda el final, como en tantas películas superheróicas, palidece a su lado, convirtiéndose en algo ramplón, aunque aceptable, puesto que estamos ya totalmente en una dínámica pulp. Las bombas con el nombre de cada ciudad en ellas sobraban, eso si.

Y como prueba del tono, la carrera de motos que homenajea a 007, Indiana Jones y Star Wars, todo a la vez. ¿Quien da más...?

Hasta los ridículos uniformes de HYDRA quedan plausibles Y FIELES cambiando verde por negro.

Idem con el saludo de los brazos en alto y su lema. "Si no está roto..."

En fin, ahí tenemos a Cráneo escapando cual Zemo en avión, disipándose como en tantas y tantas aventuras (camino a Asgard, parece) y al Capi convenientemente congelado, aunque nos perdemos a los Esquimales y (por ahora) a Namor.

Genial también la escena que lo trae al presente, fingiendo que aún sigue en el pasado, y con una "Agente 13" que espera bailar con él el baile que su ¿abuela? dejó pendiente.

Por falta de presupuesto, Fury no llega a Times Square en su coche volador, lo que hubiese cerrado mucho mejor el ciclo que inicia Bucky cuando le dice que van a visitar "el futuro".

Bellsiímos créditos basados en posteres patrióticos y consabida escena final que cada vez más gente se queda en la sala para ver.

La verdad que yo me quedé con ganas de que Tony le soltase a Steve eso de: "Creo que conociste a mi padre..." Para la próxima, donde sin duda habrá más confusiones con la "fondue".

Así que no solo la película es cuasi-perfecta, sino que además alcanza más alto subida a los hombros de las cuatro cintas anteriores.

Muy largo se nos va a hacer este año hasta los Vengadores...

Burla, burlando, Marvel, "the publisher WITH A PLAN" logra la mejor franquicia mix del cine superheróico. Muy mal tienen que estar las cosas para que en la próxima no nos arranquen aplausos de pie.



PS: Stan Lee, como siempre, en su sitio. Aunque no hubiese quedado mal de kiosquero vendedor de cómics ¿no?