martes, 12 de noviembre de 2019

EL INFIERNO DE DANTE, POR GALILEO GALILEI: CUESTIONES BIZANTINAS

Fascinante escrito rescatado por Archivos Vola, cuya existencia desconocía y no podría ni sospechar.

Os pongo en antecedentes:

Tras la publicación de LA DIVINA COMEDIA, dos comentaristas -Manetti y Vellutello- realizaron sendas descripciones de la estructura del Infierno siguiendo las "detalladas" visiones del poeta Dante.


Pero debido a que había diferencias entre ellas, la Academia Florentina solicitó al mismísimo GALIEO GALILEI -que hoy en día no es precisamente conocido por sus habilidades teológicas, sino bien al contrario por destruir para siempre la visión Terracentrista del Universo, tal y como supuestamente la describían las Sagradas Escrituras- para dirimir cual de los dos, si es que alguno, tenía la correcta imagen del Averno.


Así que ahí tenéis a Galileo ante los académicos midiendo MATEMÁTICAMENTE la localización de los Nueve Círculos Infernales -reflejo de los nueve Coros Angélicos que describiese el Pseudo-Dionisio Areopagita- bajo la ciudad de Jerusalem, el arco y el radio de cada uno, y como las descripciones de los dos comentaristas podían ser conciliadas.

Y es que, aunque para el lector moderno LA DIVINA COMEDIA es obviamente una obra de LITERATURA, para los contemporáneos de Galileo obviamente no lo era:

¡¡¡ERA UNA VISIÓN REAL DEL INFIERNO FÍSICO, ENCERRADO EN LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA!!!


Lo cual ya de por si causa una tormenta teológica por que convierte a Dante en un moderno profeta o evangelista que añadiría un postrer libro sagrado al canon católico.

Habría que buscarle también un lugar entre los Santos a su guía, el poeta Virgilio, y preguntarnos por lo tanto también si su ENEIDA no era menos histórica y real. Y así, AD INFINITUM...


Si el libro resulta PERTINENTÍSIMO hoy en día es por dos razones: la primera, por que delata hasta que punto la INTERPRETACIÓN de una obra literaria puede estar ERRADA. Si, también la de libros supuestamente sagrados. Si también en los círculos intelectuales más selectos y elevados.

El Infierno que describe Galileo y sus antecesores es un lugar físico, medible, y uno diría que casi visitable., sobre todo si has sido malo o místico.

¡Hasta la altura del mismísimo SATÁN es capaz de calcular el fiorentino, y con el la de los gigantes que le acompañan!


El segundo, y aún más importante es que el ameno y disparatado tratadito ejemplifica perfectamente el papel que han jugado la inmensa mayoría de las TEOLOGÍAS del mundo, con la Católica a la cabeza:

Justificar DE MANERA RACIONAL las incongruencias de unos textos que ni siquiera fueron escritos para ser entendidos de dicha manera, sino que son eminentemente SIMBÓLICOS, HERMÉTICOS Y ESPIRITUALES, en nada físicos, históricos ni mucho menos geográficos.


Leyéndolo no obstante, uno echa de menos los tiempos en que al menos la visión cristiana del Universo aún albergaba estructuras míticas como esta, Y COMPLEJAS, que suponían un desafío al intelecto e implicaban un cierto MISTERIO.

Actualmente, ya se nos anuncia en los telediarios que las dimensiones del LIMBO o el PURGATORIO ni siquiera existen o han sido "vendidos por parcelas" por el Vaticano, y hasta los Papas anuncian sin sonrojarse que el mismísimo INFIERNO tampoco tiene una existencia real.


A los pecadores tras la muerte no son tormentos eternos lo que les espera, sino la simple, eficaz y verdaderamente satánica ANIQUILACIÓN DE SU ALMA (IN)MORTAL, que cesa en la existencia.
 
¡Hay que añadir un DÉCIMO CÍRCULO al Infierno para quienes pretenden acabar así con una sabiduría que, no por no ser material es menos valiosa, y que por supuesto predata a semejantes "HEREJÍAS" del actual, aséptico y agonizante Cristianismo!

1 comentario:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Está claro que el purgatorio fue inventado para recaudar dinero.
Es curioso que Galileo Galilei halla hecho esos cálculo, teniendo el atrevimiento de ser heliocentrista. Mientras que la Divina Comedia tiene por centro a la Tierra.