Ahora, JESÚS PALACIOS coordina y prologa brillantemente un estudio sobre este cine compuesto por diferentes ensayos.
En ellos se reunen y analizan todos los diferentes componentes y manifestaciones de este cine, así como los presupuestos culturales en los que se basa.
Y si estudios sistemáticos como estos son un regalo del cielo para quienes sabemos que nos moriremos sin tener tiempo para ver ni la décima parte de las películas citadas, son quizás aún más útiles cuando dichos ensayos desbordan de alguna manera el tema del libro, apuntando o descubriéndote nuevos horizontes.
Por ejemplo, de la introducción del propio Palacios a mi se me ha quedado impresa la lista de autores que en el Romanticismo musical reivindicaron los temas nacionales y folklóricos, resumiendo en sus tonadas todo lo ancestral y mágico de esas antiguas tierras europeas.
Así, Mar Corrales toca en su ensayo el tema de la Brujería en el cine.
Adolfo Reneo agrupa aquellas películas que se desarrollan en la Oscura Edad Media.
Iria Barro, hablando sobre los cuentos de hadas y sus adaptaciones al cine realiza una encendida defensa de que estos no se alteren según las modas de lo políticamente correcto.
Se incluye un texto de Kim Newman sobre el papel que los campos de Inglaterra han tenido en el desarrollo de este subgénero.
Antonio José Navarro se ocupa del nuevo Folk Horror británico.
Ana Díaz resalta el papel de las zonas árticas y antárticas como último refugio de los horrores primigenios.
Rubén Lardín concluye estudiando los ejemplos de Folk Horror en el cine español, que hay muchos más de los que cabría imaginar en principio.
Así que tanto como guía de películas de este tema, como análisis de las mismas o como puerta a otros mundos no menos fantásticos el volumen que ha editado Hermenaute para la Semana de Cine de Terror de San Sebastián es un absoluto MUST HAVE y desde aquí agradezco al editor y colaboradores que compartan su arcana sabiduría con nosotros, ignorantes y supersticiosos pueblerinos.
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