Elsa, Anna, Olaf y compañía viven contentos en el reino nórdico de Arendelle, pero unas misteriosas voces llaman a Elsa a dirigirse al Norte.
Ya sus padres, cuando eran pequeñas, les contaron cuentos y leyendas sobre el bosque encantado y el río escondido en donde todas las respuestas pueden ser encontradas, y aunque Elsa quiere partir sola a encontrar su destino y desvelar el misterio que ha alterado hasta las mismas fuerzas elementales del Reino, Anna y sus amigos no la van a dejar atrás.
Lo que sigue es una QUEST en toda regla, de esas que tardarán en comparar con EL CAMINO DEL HÉROE de Campbell -de la heroína, en este caso- los que quieran sentirse cultos, aunque de tan usada y abusada, la cita ya no es culta ni nada, sino freaky.
Hay también un bonito mensaje sobre la necesidad de hacer las cosas contando con amigos o...parientes que te apoyen, y hasta una reivindicación de las minorías étnicas.
Los personajes no solo tendrán que emprender un viaje que los cambiará, sino que además habrán de enfrentarse a un arquetípico BOSQUE ENCANTADO, y más allá descubrir los SECRETOS DEL PASADO para, en un viaje al interior del propio alma, morir y renacer renovados.
Ya les digo, probablemente no solo los niños no van a captar toda esta profundidad, sino que además muchísimos adultos ni la sospecharán... ¡Pero ahí está, para quienes gusten de una lectura más simbólica y transcendente!
El punto fuerte de la película sin duda son los números musicales que se encadenan a los largo de toda ella.
Uno podría discutir el significado de liberación sexual de Let it go, pero de nuevo tanto ALL IS FOUND como la principal INTO THE UNKNOW dejan poco que imaginar sobre la susodicha AVENTURA INTERIOR a la que invitan.
De hecho, el significado espiritual en las canciones es tan obvio y se ha repetido ya a lo largo de tantas películas que pienso que a muchos espectadores, como a mi, hasta les resultarán redundantes y ya vistas con respecto a otras cintas animadas.
POCAHONTAS, MOANA, HERCULES y hasta EL PRÍNCIPE DE EGIPTO se dieron cuenta antes que Elsa de que no encajaban en el mundo en el que vivían, que les faltaba algo y que sentían que pertenecían a otro lugar.
No les voy a epatar con los aspectos alquímicos de la búsqueda de Elsa y compañía, pero es que entre tanto aluvión de símbolos yo creo que a la película, entre canción y canción, no le deja de faltar...ALGO MÁS.
Y es que si ponen un poco de atención descubrirán que, para la resolución que propone el filme a las premisas del argumento, el concurso de los personajes protagonistas es...ABSOLUTAMENTE INNECESARIO.
La película tiene unos exquisitos diseños que evocan los bellos paisajes nórdicos por los que productores y animadores se dieron un viajecito para inspirarse, pero el guión y no deja de dar la impresión de que habría que haberle dado un pequeño repasito y sacarle más punta, haciendo que las escenas no musicales no parezcan un mero relleno entre número y número.
Por que en lugar de impresionarnos, emocionarnos y resultar toda una epifanía, la sensación que nos queda, ya decimos, es de algo ya visto.
¡Muy atentos los fans de SUPERMAN, por que si hay por ahí una teoría fan sobre que los padres de Elsa son los mismos que los de TARZÁN (me temo que la película destroza la misma en mil pedazos), nosotros sospechamos que la rubia platino puede venir del mismísimo KRYPTON...!
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