Pero sosteniendo sus dos kilos de peso, lo que más impacta sin duda es el trabajo de Big John Buscema, que dibuja la inmensa mayoría de ellas.
Por un lado, se da uno cuenta del tremendo trabajo que el artífice del Conan moderno puso en la serie, algo ya inédito en nuestros días donde todos los artistas cambian de título a cada pocos números.
Por otro, ya que el maestro solo realizaba los layouts de la aventura, con sus diferentes "finishers", uno no puede sino reflexionar si no hubiese sido conveniente utilizar su talento de manera algo menos comercial y algo más artística.
Hubiésemos tenido menos números pero un Buscema más puro y memorable, en unas historias que se alejan más y más del Conan de Howard para imaginar un mundo semejante pero diferente nacido de las anteriores aventuras Marvelianas.
No dejan de ser cómics históricos tal y como están, pero es ineludible la reflexión, no ya de estos cómics del pasado, que permanecerán tal cual son, sino de los que se producen hoy en día, con tan desiguales resultados.
Por que creo que ahí fuera hay muchos "Buscemas" a los que se sigue fastidiando hoy en día, incapaces de algo tan fundamental como encontrar un/os entintador/es adecuados.
Y una propuesta loca: Si Marvel conservase los layouts de Buscema y se los diese a un entintador capaz actual...¿Cuantos comprarían el resultado...?
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