Como estáis muy calladitos últimamente, voy a sacar un tema polémico, uno de mis caballos de batalla, sobre el que todos seguro tenéis una opinión, o deberíais, que no os inmutáis ya por nada.
Quede claro, que cuando pregunto si los dibujantes deben leer cómics es por que ya pienso que los editores y los guionistas no tienen más remedio que hacerlo.
No obstante, vivimos en unos tiempos donde el Editor Jefe de Marvel reconoce que no es experto en continuidad, y este mismo editor contrata guionistas absolutamente ajenos al medio que hacen lo propio y reconocen que su trabajo tiene que estar continuamente supervisado por "guardianes de la continuidad". El ciego guiando al ciego, vaya.
Ocurre así que si uno pretende discutir la actualidad tebeística con un artista, en un 99% de los casos va a escuchar: "Desde que trabajo en los cómics ya no los leo", o el también socorrido "No me queda tiempo para leer cómics".
Mi primer argumento va en esta dirección: ¿Por qué tenemos los lectores que seguir el trabajo de alguien que no se molesta en seguir el de sus colegas...? ¿Que clase de persona se considera así misma por encima de nuestra capacidad intelectual y busca su ocio en otros lugares "más dignos" de su genio mientras que únicamente "se rebaja" a tratar con los superhéroes para obtener el cheque mensual...?
En este mundo de internet y Facebook, va siendo hora de abandonar la "bucólica" imagen del artista encerrado en su estudio y ajeno a lo que ocurre en el resto del mundo, particularmente en su industria.
Ni que decir tiene que no se pretende que los dibujantes lean (como deben los editores) toda la línea de cómics, o (como deben los guionistas) la inmensa mayoría de la historia del personaje en el que trabajan, pero sin duda SIEMPRE existen algunas series imprescindibles, que son las que marcan el paso en la industria y cuya ignorancia solo acabará produciendo que el trabajo del artista deje de ser competitivo y actual.
Algunos autores se refugian en los clásicos del pasado, de donde obtienen toda su inspiración. Condición necesaria, claro, el conocer el pasado, pero no suficiente. Pronto pierden comba esos autores y acaban dibujando o guionizando sólo para un puñado de fieles nostálgicos.
Aunque, por supuesto, muchos autores no se molestan en hacer una indagación mínima de la historia gráfica de los personajes con los que trabajan, estamos en un medio de creciente complejidad, donde capas y capas de significado, rediseños, y reformas se van añadiendo mes sí, mes también. Crear cómics de superhéroes es un "juego" que exige de sus participantes una implicación total. No tiene nada que ver con el autor que dibuje su propia serie con sus propios personajes.
Hace unos meses confesaba un autor que la referencia de los personajes "menores" que aparecen en un cómic solía ser muy limitada, "una fotocopia en blnaco y negro de la parte de delante del personaje", por lo que nunca podía dibujarlo de espaldas, ya que ignoraba como era el traje por detrás.
Cualquier artista que no quiera convertirse en un pelele de los editores actuales, su vaguearía, falta de profesionalidad e ignorancia, no tiene más remedio que leer cómics para conocer de antemano como son los "culos" de todos los personajes, y poder así dibujarlos si le llegase la ocasión.
Y es que es algo dolorosamente patente en los cómics de hoy en día que una cosa es dibujar el uniforme que te envía de referencia el editor y otra muy diferente dibujar a la PERSONA que va dentro, y convertirla en un personaje tridimensional, creíble, con gestos y reacciones y posturas reconocibles.
"Yo soy yo y mis circunstancias" es algo que se debe aplicar dentro de cualquier obra artística, y esos fondos en blanco que suelen dejar los artistas no pueden llenarse con sentido si desconocen el MUNDO en que supuestamente se mueven los personajes. Sus gustos, aficiones, su pasado, sus esperanzas.
Dibujar se convierte así no en una mera reproducción de las demandas del guionista, sino en añadir una capa extra de SIGNIFICADO.
El artista pasa de ser un mero lápiz que sigue las instrucciones del guionista y busca concluir su trabajo de la manera más rápida y con menos esfuerzo a implicarse en la creación del cómic como un factor decisivo en un medio eminentemente visual.
Igual que un guionista que desconozca al personaje dependerá totalmente del editor para imbricar sus ideas en la trama -en el caso que el editor sepa como-, un artista que no se implique en la historia del personaje queda reducido a mera herramienta y empobrece enormemente las páginas, creadas por la ley del mínimo esfuerzo.
Algo que hoy en día podemos observar en la inmensa mayoría de cómics que se producen, muchos de ellos llenos de fill-ins o realizados por diversos artistas que realizan su trabajo de manera automática y pensando ya en cual será el siguiente encargo.
Por no hablar de que la actual incapacidad de cumplir fechas de entrega está no en poca parte causada por el tiempo que pierden los artistas en documentarse sobre personajes que deberían ya conocer de sobra.
Hace ya años que se comenta que los estudiantes de historia del arte tienen serios problemas para criticar obras religiosas ya que tienen una ignorancia supina sobre la antiguamente universalmente conocida "Historia Sagrada".
Frente a un nuevo encargo, un artista puede revisar las últimas versiones del personaje, ponerse al dìa leyendo media docena de cómics, pero las mejores historias, las clásicas, las que han definido al personaje, deben ser ya conocidas y estar en su subconsciente, de manera que a la hora de plantear viñetas y páginas sepa instintivamente las posturas relativas de los personajes y que composiciones demandan, pudiendo así centrarse en elevar la espectacularidad y calidad del dibujo en lugar de pelearse con la identidad de los protagonistas.
No se nos escapa que la inmensa mayoría de autores que adoramos no han leído, ni leen, ni leerán cómics.
Pero una cosa es que Jack Kirby no leyese cómics, por que el mismo se los inventaba, y otra que sus seguidores no lean los cómics de Jack Kirby y los que siguieron, si es que quieren que su trabajo encaje mínimamente con lo anterior. Es hora que, como en tantos otros aspectos, el medio evolucione más allá de las condiciones improvisadas del origen de la industria en los años '40. Ya no se trabaja en garages, sentados en cajas de naranjas, y con una toalla liada al brazo para que el agobiante sudor no manche la página.
Y leer cómics es algo que, aunque no les guste, va en el sueldo de los profesionales.
¿Alguien puede imaginar el trabajo de John Byrne en los '80 sin que hubiese leído todos y cada uno de los cómics de Kirby...?
Sin embargo, ¡que chasco se llevarían muchos lectores si intentasen buscar a Byrne o Pérez en las estanterías de los autores que ahora veneramos!
¿Que ya hay cómics muy buenos hechos por autores que no leen otros cómics...? Pues mucho mejor serán cuando se pongan a la tarea.
Y concluir diciendo que, por supuesto, cualquier artista necesitas otras referencias culturales que añadir a su trabajo para que no se convierta en endogámico. Pero ese es un trabajo a posteriori, pues dependerá de la naturaleza de cada personaje el añadirle unas u otras referencias a otros aspectos simbólicos de la cultura.
Leer cómics es una condición necesaria para los autores de superhéroes, pero no suficiente.
11 comentarios:
Ja, ja, pues no es tan polémico el tema. Vamos, que pienso que tienes más razón que un santo. Efectivamente, y lo he hablado con muchos colegas, casi todos los dibujantes tiramos de google y de los últimos 4 ó 5 números de una serie, y poco más para documentarnos sobre un personaje o serie. Y pasa lo que pasa, claro. Por eso, y desde que me planteé el dedicarme a los cómics de superhéroes, dedico una parte importante de mi tiempo a leer clásicos, rebuscar en internet y a visitar blogs que vayan rellenando mis vastas lagunas culturales comiqueras. Os recomiendo este blog, que es de los más útiles y prolíficos al respecto:
http://hombredebronze.blogspot.com/
:)
Muchas gracias, Mikel.
Se agradece el apoyo por parte de alguien que escribe un lápiz, y con creciente acierto.
A ver si continúas tus buenas costumbres cuando te conviertas en profesional... ;-)
Y a ver cuantos de tus colegas se confiesan tan de acuerdo con nosotros dos...
Escribe, no esgrime!
Me ha gustado bastante este artículo. Con razón o sin ella los argumentos esgrimidos son sólidos.
Cuando trabajas en un medio, te guste o no, conviertes el placer en obligación y dejas de disfrutarlo. Si dibujas horas y horas superhéroes tal vez no quieras leerlos en tu tiempo libre. Pero es cierto que esa desidia se deja notar en muchos de los dibujantes que conocemos y que nos sorprenden con errores de novato. Justo por no leer comics.
No, no es un tema polémico para los fans, estoy de acuerdo. Pero sí para los dibujantes que te lean. Interesante.
Una cosa es que el dibujante en cuestion sea un completo ignorante del genero y sus maximos exponentes y otra muy distinta es que se sepa de memoria todas y cada una de las viñetas de Pérez.Opino que lo mejor es un punto intermedio,un dibujante que conozca a los personajes y a sus principales/mejores historias,y a ser posible,le gusten de verdad.Seamos sinceros,hay etapas de ciertos dibujantes que solo sirven para saber como NO se deben hacer las cosas.Me parece muy triste que dibujantes mediocres como Greg Land (si,a mi me parece muy malo el tio,siempre dibuja a la misma chica pero con ropa y pelo distintos,escatima en fondos,roba poses...) se lleven todos los laureles cuando la chavaleria entra en la tienda de comics pero luego les plantas una portada de Hughes o Epting y pasan hasta el culo,les guste o no el comic o el personaje.
En fin,que si haces comics,asegurate de que de verdad te gustan.Una vez me dijeron que la formula de la felicidad es encontrar algo que te guste y vivir de ello.
>Con razón o sin ella los argumentos esgrimidos son sólidos.
Uh...digo yo que si los argumentos son sólidos será por que tendré razón... ¿no?
>Una vez me dijeron que la formula de la felicidad es encontrar algo que te guste y vivir de ello.
Así de infelíz soy.
Y yo desde luego, a Greg Land no le voy a comprar ni un cómic más.
Se puede estar equivocado o decir una mentira (no es el caso, ojo) y sin embargo defender bien esa falsedad o mentira. Ejemplo: los abogados con buenos argumentos que liberan a criminales. Además... ¿Quién tiene la verdad única? Pero bueno. En este caso estoy de acuerdo con el artículo.
Yo creo que habrá quienes los lean y habrá quienes no. También podrías preguntar: ¿deben entintarse los propios dibujantes?. Y la respuesta sería similar: quien quiera y/o pueda que lo haga y quien no pues que no lo haga. En mi caso, prefiero aprovechar el tiempo leyendo cómics que perderlo viendo Sálvame!
Yo desde luego no soy en absoluto partidario de que los dibujantes se entienten a sí mismos. Ni suelen saber, les consume mucho más tiempo, y si lo logran es a base de realizar un trabajo mucho más pobre en el lápiz, que debe ser su particular atención.
Lo que hay que hacer es formar a entintadores capaces...
Un tema para debatir otro día.
En el caso del dibujante creo que es fundamental conocer a los más famosos de entre los mejores y los peores ya que no solo deberían aprender de los mejores sino conocer la mierda para intentar no acercarse a eso nunca (como por ejemplo Greg Land, el señor que fotocopia a mujeres tetonas y el que me ha hecho abandonar Uncanny X-men).
No hace falta leerse todos los comics pero si lo fundamental. Ahora, también hay dibujantes que parece que no han pisado una escuela de dibujo en su vida y que lo único que hacen es copiar a otros o algo así como Billy Tan, que se le suele olvidar algo que se llama profundidad. A veces parece que dibuja cartones, no personas.
Con los guionistas es distinto pero cuando vas a contar una historia sobre un personaje dependiendo de lo profunda o de lo que afecte esa historia al personaje se necesita leer más o menos de él (anda que no hay historias intrascendentes de Lobezno que no hace falta haber leído NADA de él).
>(anda que no hay historias intrascendentes de Lobezno que no hace falta haber leído NADA de él).
A lo mejor es que son intrascendentes por que el guionista no había leído nada de verdad. (Empezando por el Origin de Jenkins...)
Yo desde luego no tengo ningún interés en leer historias intrascendentes de NADIE.
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