Los comiqueros del lugar recordaréis a Scott Lobdell, guionista de cómics con ramalazo irreverente y que con el guión de esta película ha superado con creces cualquier acierto suyo en los cómics.
Imaginad El Día de la Marmota (Atrapado en el Tiempo), pero el repetitivo día que vives siempre termina con que te mata un risueño, sádico y pertinaz enmascarado.
Eso es lo que le ocurre a una niña pija de universidad americana, cuya superficial y estúpida vida va a ser cuestionada e interrumpida una y otra vez a base de cuchillazos y demás finales siniestros.
La gracia está en que, a pesar de que ella cambie detalles, los hechos se acabarán repitiendo con diferentes finales truculentos hasta que ella descubra quién es el asesino y por qué la mata.
Divertidísima película que además de hacer mofa y befa de ese tipo de sociedad universitaria y de las pelis de terror, encierra un aleccionador y espiritual mensaje: Si cometes errores en la vida, los vas a seguir repitiendo automáticamente, hasta que REALMENTE cambies.
Nuestro mundo es una cárcel que nosotros mismos hemos construido.
Excelente interpretación de la actriz, a la que veremos madurar desde ser una Paris Hilton de la Ivy League a una persona más interesante y sensible.
¡Que pena que solo parezcamos aprender a base de dolor y muerte!
Disfrutad la carcajadas y los sustos, pero sobre todo no hagáis como ella y aprenderos bien el mensaje de fondo:
Los más pequeños -feos- detalles en nuestra vida causan luego tempestades capaces de hacer de ella un verdadero infierno para nosotros y los demás.
Con un poquito de conciencia, cambio y reflexión podemos hacer del mundo un lugar infinitamente mejor.
¡Chapeu!
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