¡Pues otra no menos necesaria sería la del héroe del sombrero en busca de la legendaria tumba del no menos legendario constructor del Templo de Salomón, que no abandona los temas bíblicos de la saga!
Claudio Bonvecchio es un profesor italiano que, con sus gafas de pasta, parece una mezcla entre Brody y Henry Jones Sr. Y es el autor de este nuevo delicioso ensayo sobre el personaje que ahora protagonizará la...segunda de sus películas apócrifas. El editor que compartimos sabe que recibí la noticia de este librito con algo de celos, por que yo también quiero escribir un libro sobre Indiana.
Pero en cuanto he tenido ocasión de leerlo, estos se han tornado en admiración por el conocimiento y el amor de Bonvecchio por el personaje y su capacidad para poner en palabras, ajustadas e inspiradoras, todo lo que el personaje representa para muchos de sus fans.
Estamos acosumbrados a una pervertida dieta de "hojas de rábano" diseñada por las productoras que han tornado las más grandes historias en meras franquicias.
Estamos acosumbrados a una pervertida dieta de "hojas de rábano" diseñada por las productoras que han tornado las más grandes historias en meras franquicias.
La legítima nostalgia -del Edén, de Ítaca- que estas generan en nosotros es sustituida con máxima sutilidad por la añoranza de la infancia perdida, en la que situamos toda felicidad (citando algo leído en el libro de Guillermo Mas).
En lugar de la Revelación, tenemos una colección de muñequitos. Esos serán los vasos cánopes con los que nos enterrarán, momificados en vida y sin esperanza de alcanzar la Duat, pues no hemos obtenido en vida las claves para atravesar sus dinteles.
El profesor comienza estudiando los años de formación de la serie de TV Young Indiana Jones que el define como un Bildung en que el héroe absorbe y encarna el espíritu del siglo XX.
Guardamos un recuerdo un tanto desilusionante de aquellas aventuras, por poco aventureras, pues esperábamos algo menos de lecciones de historia y algo más de la épica del cine.
Pero sin duda estuvieron hechas con mucho amor y "referencias" de esas que pilla Steve Rogers, aunque luego ya descubriríamos con desilusión que a Lucas no se le dan precisamente bien las precuelas.
Hemos echado en falta -aunque nosotros tampoco las hemos leído- la serie de novelas que retrotraen al personaje a sus orígenes Pulp, y que forman parte del Canon y revelan algún dato biográfico curioso, como que Indy se casó y su esposa murió -datan de mucho antes de que lo hiciera con Marion en esa cuarta cinta que algunos dicen haber visto y otros solo recordamos como una pesadilla.
Amigos, amantes, valores, relaciones paterno-filiares, todos son comentados con acierto, desvelando y especificando los por ques del éxito de este personaje y el funcionamiento de su fuero interno.
El profesor concluye -y no podemos estar más de acuerdo- que Indiana Jones es un MITO. Uno movido por la filosofía del Vitalismo.
A veces, la "copa de un Carpintero" -una referencia masónica, pues como bien reveló J.J. Benitez, los carpinteros de entonces eran también albañiles- puede traer "Iluminación".
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