Y ha sido entonces, viendo como mencionaban en la portada a un "Demonio de la Guarda", y al padre devorando el pastel de cumpleaños con velas y todo cuando me he dado cuenta...
Detrás de Melvin, de los Monsters y de la Familia Adams está el éxito de Frankenstein y sus películas en los Estados Unidos de los años 40, 50 y 60.
Lo más parecido al Universo Marvel Cinematográfico de hoy en día fue el mundo de los Universal Monsters, aunque esta vez lo tuvieron más difícil para retornar en el presente. Quizás por no contar con Abbot y Costello.
Y es que la Frankensteinmania llegó a todos los puntos de la cultura popular, desde el magazine Famous Monsters a los comics de Superman, en los que Bizarro, el doble imperfecto de Superman que hace todo al revés está también basado en la Criatura que concibió Mary Shelly (con ayuditas, siempre lo digo).
Créanme que las familias monstruosas son mucho más divertidas en los cómics que en la realidad.
Y leyendo estas nuevas aventuras no hemos podido eludir la nostalgia de aquellos primeros cómics de Bruguera, Disney o Novaro que, por tantos años, nos evadieron de esa realidad nada divertida.
En este número, la Bruja y su espejito nos han arrancado muchas sonrisas. Y es que, sea con internet o con magia, lo de mirar a lo lejos siempre acaba fallando.
El espejo se chivó de que Blancanieves aún vivía. ¿Pero a que no le dijo a la Bruja
-tan narcisista ella, mirando y remirando- como iba a terminar...?
Obsolescencia Programada, que se llama ahora. ;-P
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